Incluir a los vecinos

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Por PEDRO DELHEYE (*)

La ciudad de La Plata crece pero no se desarrolla. El concepto de desarrollo entraña la planificación y la participación, que es lo que nunca llega. Nunca pasamos la etapa de diagnóstico.

En las últimas décadas se anunciaron tres planes estratégicos que quedaron en buenas intenciones. El primero en 1999 y el segundo en 2003. El tercero se inició durante la actual intendencia, con un estudio que contó con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo. Los diagnósticos, bien sabemos, no derivan per se en políticas municipales.

Avanzar es complejo. No obstante, a la hora de llevar a cabo el planeamiento urbano, la Ciudad de Buenos Aires ofrece una buena herramienta que podría ser tomada en cuenta: el Consejo del Plan Estratégico (COPE). Esta entidad depende directamente del intendente, pero lo integran referentes en el tema y miembros de la ciudadanía organizada. La gran ventaja de ese Consejo es que cuenta con iniciativa parlamentaria, es decir, que tiene capacidad de presentar proyectos de ley en la legislatura porteña para que se conviertan en acciones y obras.

En La Plata tenemos dos grandes déficit a la hora de planificar: la alta dependencia del financiamiento externo y la falta de voluntad política para ejecutar los cambios con participación ciudadana. Las decisiones en esta materia no deberían ser patrimonio exclusivo de los funcionarios de turno y de los empresarios que se beneficien con las obras. El desarrollo tiene que contemplar el debate y el consenso de los ciudadanos que son, en definitiva, las víctimas o los beneficiarios de las decisiones que se convierten en políticas.

 

(*) Arquitecto y Presidente de ICOMOS Argentina, Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, ex director general de Cultura de La Plata

 

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