Habrá gobierno de coalición entre socialistas y Podemos

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MADRID

Por PATRICIA DE ARCE

EFE

El pacto de izquierdas que firmaron ayer el líder socialista, Pedro Sánchez, y el de Unidas Podemos (UP), Pablo Iglesias, puede que haya batido algún récord por firmarse dos días después de los comicios, pero pasará a la historia por no haberse rubricado seis meses antes y sin una repetición electoral de por medio.

El domingo, el electorado los castigaba a ambos -760.000 votos menos para el Partido Socialista y medio millón menos para UP- y hacía más complicadas las sumas para la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno, cargo que ahora ejerce en funciones.

Pero además, el mapa político cambiaba por la derecha, con el desplome de Ciudadanos (liberales) y, sobre todo, con el auge de Vox (extrema derecha) hasta colocarse como tercera fuerza política.

Toda una sacudida que hizo reaccionar, esta vez sí, tanto al presidente en funciones Sánchez como al líder de Podemos.

En el Congreso, se fundieron en un abrazo tras firmar el acuerdo para formar un gobierno de coalición y aseguraron que dejaban atrás sus desencuentros, algo que será clave para el país.

Mucha fue la tensión y muy sonado el fracaso del diálogo tras las elecciones del 28 de abril, que llevó a la repetición de comicios. Muchos sapos y culebras -sobre lo que han dicho uno del otro- se van a tener que tragar.

Pedro Sánchez nunca quiso un Gobierno de coalición. Y sólo cedió a negociarlo cuando Iglesias renunció a estar en el Consejo de Ministros.

Pero tampoco entonces hubo acuerdo. Y cuando la repetición electoral era una realidad, el líder socialista soltó aquella reflexión difícil de olvidar, la de que “no dormiría tranquilo” presidiendo un Gobierno con ministros de Podemos.

 

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