Zannini: de la cárcel y su estancia en Santa Cruz a Procurador del Tesoro

Carlos Zannini, el hombre de más confianza que tuvo en el poder el matrimonio entre los presidentes Néstor y Cristina Kirchner, podría retornar de su exilio dorado en Santa Cruz y ocupar el cargo de Procurador del Tesoro durante la administración del presidente electo Alberto Fernández.

El procurador del Tesoro es el jefe de los abogados que defienden los intereses del Estado, y que ahora tienen en sus manos uno de los juicios más importantes -y peligrosos- que enfrenta el país: el caso YPF.

Si se concreta su designación, en menos de dos años va a haber pasado de preso acusado del encubrimiento del mayor atentado terrorista del país a jefe de todos los abogados del Estado.

El posible Procurador del Tesoro es, junto a Máximo Kirchner, Oscar Parrilli y algunos dirigentes de La Cámpora, la persona de más íntima confianza de la electa vicepresidenta.

Ya fueron sondeados funcionarios que podrían acompañarlo y él, instalado estos días en Buenos Aires, empezó a conversar con algunos interlocutores sobre sus planes “a mediano y largo plazo” para la Procuración, planes que -relató una persona de su confianza- podrían incluir hacerla crecer en funciones nucleando, por ejemplo, la representación del Estado en las querellas que llevan adelante organismos nacionales como la Oficina Anticorrupción.