Anochecer de una semana agitada: los hinchas dejaron en claro su hartazgo
Edición Impresa | 25 de Noviembre de 2019 | 05:19

Por WALTER EPÍSCOPO
Qué manera de terminar una semana intensa. Fuerte. Donde se superó todo lo imaginable. Que arrancó con Diego Maradona dejando la dirección técnica del equipo, las reuniones entre el presidente Gabriel Pellegrino y los dos candidatos que se iban a presentar a elecciones, Salvador Robustelli y Mariano Cowen. Pasó de todo.
En solo unos días, volvió Diego, se suspendieron las elecciones (algo increíble) se habló de unidad, pero ahora de una nueva fecha de elecciones para el 14 de diciembre. Con todos esos ingredientes ayer el Lobo recibió a un rival directo como Arsenal.
Afiches de “unidad” en los paredones del estadio de 60 y 118, y en los jardines todos los temas juntos en los grupos de amigos que se cruzaron en los jardines, en las plateas o la tribuna.
El ex presidente Roberto Vicente antes de subir a su butaca en la Techada, habló con amigos en los jardines. Lo mismo el alguna vez candidato a presidente Carlos Altuve, que charló con el ex directivo Carlos Giménez, Ricardo Casal y un grupo de socios.
Ex directivos de diferentes épocas se cruzaron y el tema político fue ineludible. “Que pasará, habrá elecciones o no?”, se preguntaban muchos. Eso mismo se pregunta todo el mundo Gimnasia.
El grueso de la gente llegó sobre la hora en el atardecer de domingo con la ilusión de, al menos, terminar la semana con una sonrisa.
Facundo Oreja (hoy en Barracas Central) lo hizo con su hijo y ahijado, como un hincha más. Recibió el afecto de hinchas que lo cruzaron.
Con otro caluroso y colorido recibimiento para el equipo y Diego, el Triperio aplaudió la salida del equipo. “Diego es del Lobo y del Lobo no se va”, cantaba la gente.
El tempranero gol de Arsenal a los 3 minutos hizo que gran parte del estadio cantara “hoy hay que ganar Basurero, hoy hay que ganar”.
Y silbidos para los dos arqueros. Si, para los dos. A Daniel Sappa por su pasado Pincha, a Alexis Martín Arias por dudosas intervenciones y desatenciones con Coronel, con Caire y Guiffrey. El hincha reprobó al golero y para despejar las dudas si había algo contra el “uno”, hubo aplausos irónicos cuando atajó una pelota fácil.
El tenso clima político-institucional-maradoniano de la semana se trasladó al campo de juego donde Gimnasia en el primer tiempo pareció un equipo de once jugadores que no se conocían. Los silbidos de la gente así lo indicaron. Y se multiplicaron en el final.
INSULTOS A PELLEGRINO
El final del partido, como era de esperar, mostró a los hinchas (en su mayoría los de las plateas) insultando al presidente Gabriel Pellegrino, a quien responsabilizan por este pésimo momento institucional y, por consiguiente, deportivo. La gente de Gimnasia quiere a Maradona (la gran mayoría), pero está cansada de los malos manejos dirigenciales y de seguir “regalando” puntos en condición de local contra rivales que no son superiores. Todo eso explotó anoche. Y promete seguir, porque a esta altura no hay unidad que pueda frenarla debacle.
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