En Santa Fe, conmoción por un triple crimen vinculado con el tráfico de drogas

El sospechoso tiene 20 años. El padre dijo que estaba con las víctimas, vinculadas a esos delitos, antes de la masacre

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Un joven de 20 años asesinó a balazos a tres personas e hirió a otras dos que participaban de una reunión en su casa de la ciudad de Santa Fe y fue detenido tras permanecer casi un día prófugo.

El acusado, identificado como Mauro Díaz, fue localizado esta tarde cuando llegó a la casa de un familiar. Los voceros explicaron que fue el propio familiar quien llamó al 911 para denunciar que estaba allí.

El arresto se concretó pocas horas después de que su padre vinculara la masacre al tráfico de drogas y le pidiera públicamente a su hijo que se entregara porque su familia está amenazada.

Voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) dijeron que Díaz está acusado de haber asesinado ayer a Omar Amarilla (33), María Soledad Ingui (35) y Antonio Matías Fernández (16) y herido de gravedad a Celeste Villarisa, y Miguel Ravelli (35).

El padre del acusado, Jorge Alberto Díaz, dijo a la prensa que, según los vecinos, su hijo había huido “herido y a pie” luego del hecho, que vinculó con la venta de drogas.

El triple crimen ocurrió anteayer, alrededor de las 19, en una vivienda del barrio Scarafía, en el noroeste de la capital de la provincia.

Díaz padre, quien trabaja como panadero, contó que al levantarse de la siesta y antes de ir a trabajar vio que su hijo estaba reunido, tomando cerveza, con quienes luego serían sus víctimas.

“No sé si él (por su hijo) vendía drogas, pero Amarilla sí andaba vendiendo drogas. Ellos sí andaban vendiendo. Mi hijo se había empezado a juntar con ellos. Yo quiero que se entregue porque está mal lo que hizo. Yo soy padre y si a mi hijo le pasa algo, salgo a pedir justicia por él”, dijo Díaz.

El hombre agregó: “Mi esposa se fue al parque con mi hija y mis nietas, y en ese momento mi hijo llegó con estas seis personas. Se ve que discutieron y todo terminó así”, expresó.

El hombre dijo que tras los asesinatos su familia recibió amenazas de muerte: “Nosotros estamos amenazados con que nos van a matar y nos van a quemar todo. Yo trabajo de panadero y no me puedo ir a las seis de la tarde y dejar sola a la familia”, explicó.

Según la pesquisa, el sospechoso utilizó una pistola calibre 9 milímetros. Ingui y Fernández fueron hallados asesinados en el patio de la casa de Díaz, mientras que Amarilla sobrevivió unas horas y falleció cerca de la medianoche en un centro asistencial.

 

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