Cuando las clases de ESI sirven como punto de encuentro

Edición Impresa

Viviana Correa es docente desde el año 84 y admite que, en su tarea actual como inspectora en el área de psicología de la provincia de Buenos Aires, nunca observó una situación tan conflictiva dentro de las aulas.

“La conflictividad de los alumnos es mucho más compleja ahora”, asgura, aunque aclara también que la llegada de las clases de Educación Sexual Integral (ESI) sirven como punto de encuentro para que los chicos se animen a compartir sus vivencias y exponer sus temores. “Se sienten más libres e interpelan a los docentes -dice Correa-, y a muchos de nosotros nos cuesta actualizarnos. Todos los días tengo información de las escuelas de que un chico o una chica habló refiriendo una situación de abuso o maltrato, y esto se da porque los jóvenes se animan a contar. En ese sentido, las clases de ESI sirven como punto de encuentro porque ellos nos enseñan a nosotros”.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE