La pareja del “rapto” en el San Martín ante el fiscal que los acusa por falsa denuncia

Están citados por separado, en audiencias seguidas, a dar cuenta sobre la historia de la desaparición que duró más de un día

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Una semana después de que medio país estuviera en vilo con una angustiante denuncia sobre un rapto desde las entrañas del Hospital San Martín con la finalidad de robar un bebé prácticamente desde la panza de su madre, Sandra Sepúlveda (40) y Mauricio Martínez paz (38), protagonistas en esa denuncia, deberán presentarse hoy ante un fiscal que los acusa de haber mentido y con ello, incurrir en dos delitos que los podrían llevar a la cárcel.

En audiencias separadas, el fiscal Marcelo Romero (UFI Nº 6) primero escuchará a la mujer y luego al hombre. Les imputó los delitos de falsa denuncia y falso testimonio el sábado 7, luego de que estudios médicos determinaran que Sepúlveda no tenía rastros de una intervención quirúrgica o de parto. Y tampoco estuvo embarazada en el último tiempo.

Esos estudios los pidió Romero luego de que la Policía la detectara en la casa de familiares, en el barrio La Paternal de capital federal. Eso fue casi un día y medio después de que su esposo denunciara que había desaparecido tras ingresar al baño en el pabellón de Maternidad del San Martín.

Era un paso previo a someterse a una cesárea programada por un embarazo de 40 semanas, denunció Martínez Paz. Antes de esfumarse, Sepúlveda le había dicho en un llamado por teléfono “papi me están metiendo...” y había cortado, dijo el hombre. Calculó que alguien se había llevado a su pareja con la intención de quedarse con el bebé por nacer.

La denuncia que se inició con gritos de desesperación en el Hospital, generó dudas a las pocas horas. Según la dirección del San Martín, la mujer no está en los registros de pacientes ni tenía turno para una cesárea.

Minutos después de la hora de la supuesta desaparición, el teléfono se prendió en la zona de 2 y 51 y luego en capital federal, según la Policía. Luego, Sepúlveda cambió de línea y aparato.

Al final, la Policía la detectó con el padre y una hermana y concluyó en que fue una trama de mentiras, desarrollada en el marco de una relación con presencia de un perfil manipulador y situaciones de violencia. En Tribunales se conjetura sobre una maniobra destinada a obtener un rédito económico.

 

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