Vigna vs. Occhiato: un triángulo amoroso de culebrón para la final del “Bailando”

Tras varias idas y vueltas, este año se separaron. Y ella comenzó a salir con su coach, iniciando otro romance digno de “Montaña Rusa”. Por eso, a nadie extraña que la telenovela haya llegado a la definición del concurso de Tinelli…

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Como si estuviera guionado por un escritor trasnochado y mal pago, la historia de amor que llega a la final del “Super Bailando 2019”, la que enfrentará a Flor Vigna y Nicolás Occhiato (que tendrá lugar esta noche desde las 22.30 por El Trece) tiene idas y vueltas, marchas y contramarchas, rumores y declaraciones picantes, peleas y terceros en discordia.

Quizás por eso, el público no dudó en elegir a Vigna, que baila con Facu Mazzei, y a Occhiato (con Flor Jazmín Peña), con fuerza en Instagram pero sin ser todavía un nombre instalado en el medio, por sobre un Fede Bal compungido y una carismática Karina: porque al culebrón de los finalistas solo le faltó que alguien perdiera la memoria, o la vista. Y el público quiere más.

Más de una novela que comenzó hace ya cinco años, cuando muy jovencitos Vigna y Occhiato se conocieron en “Combate”, show con dos puntos de rating pero gran seguimiento en redes que se transformó en trampolín para el “Bailando” en los años sucesivos.

El público quiere lo que quiere, y no dudó en echar a Bal y Karina para tener su final de telenovela

 

Los dos eran compañeros del equipo rojo, y él empezó a llevarla a la casa porque le quedaba de paso. Se forjó un vínculo, una simpatía, una complicidad, que devino en citas: se dieron su primer beso cuando fueron a ver teatro ciego.

Eran chicos. Jugando al amor. Y comenzaron, casi sin querer, a enamorarse: fue tan natural la transición que la parejita nunca tuvo fecha de aniversario.

Jóvenes y trabajadores, el romance popularizó aún más a la pareja, dos de los más queridos de “Combate”. A ella, la ayudó su rivalidad con Mica Viciconte: Marcelo Tinelli escuchó la campaña tuitera que pedía a Vigna en el “Bailando”, y la llevó en 2016. Junto a Peter Alfonso ganó en 2016, y repitió en 2017.

Era el comienzo de un ascenso meteórico para la blonda, hoy actriz de tele y teatro. Y el crecimiento fue a la par: Occhiato, algo más tímido y menos topadora, comenzó acompañando a Vigna, pero fue encontrando su lugar en el medio como conductor en Net.TV y en “La tribuna de Guido”. Y crearon proyectos juntos, hicieron publicidad sin marcar diferencias de cartel. Mientras tanto, visitaba a Vigna en sus participaciones en la pista de Tinelli. Y él mismo pedía pista, lógico.

La chance recién le llegaría este año, cuando su presencia se convirtió en una cuestión de interés nacional: se había separado de Flor Vigna a principios de abril, y un mes después debutaba con la pista más importante de la tevé nacional.

Antes de aquella separación hubo varias crisis. Incluso, una separación previa, con reconciliación. Esta, sin embargo, era definitiva, decían los dos. Como fuera, iba a dar rating: no le erró Tinelli, y el público le dio la razón votando a los protagonistas de este romance a la final.

“No hubo una pelea puntual y estamos los dos muy mal. Ella es la mujer más increíble que conocí en mi vida y la sigo queriendo como desde el primer día”, reveló con tristeza Nicolás. El éxito había arrollado la relación, no había tiempo para el amor, había cansancio, hastío. Él parecía el impulsor de la separación. Ella parecía herida, y hasta tuvo hasta un brote nervioso en la piel, tras la ruptura.

ENTRA EL COACH

Y entonces, Mati Napp: el coreógrafo de Flor Vigna siempre tuvo muy buena onda con la blonda, como se hacía evidente en cada video de Instagram que subían juntos, y parece que ella cayó en sus brazos en medio del dolor.

Comenzaron una relación, primero a escondidas. Luego, blanquearon. Luego, dijeron que en realidad no eran “pareja-pareja”. Después se separaron. Y volvieron. Incontables veces.

“Ella siempre habló de la libertad, nosotros siempre fuimos libres. Nunca llegamos a ser novios, eso está bueno porque nos sentimos así, libres. Ella podía hacer lo que quería, yo podía hacer lo que yo quería. Claramente cuando alguien trabaja, con una persona que quiere mucho, es mucho más complicado”, explicaba Napp en su momento, aunque está claro que el “arreglito” trajo más conflictos que libertad. Para colmo, estaban todo el tiempo juntos, entre el trabajo y la vida en pareja.

Y el histeriqueo mediático entre Napp y Vigna no era el único en la vida de la actriz de “Mi hermano es un clon”: ante cada distanciamiento de la bailarina y el coach, sonaba Occhiato, por entonces viviendo su vida de soltero sin levantar la perdiz.

“No sabés qué puede llegar a pasar”, llegó a decir hace un mes Vigna sobre una posible reconciliación con Nico. El decía que se veía con alguien, misterioso, ella iba y venía con Mati Napp, y de vez en cuando alguien decía que se habían peleado por Occhiato. “No hay tanta novela”, decía Vigna. Mmm...

Con el oído afinado para percibir el interés que generaba toda esta marea turbulenta de amor, Nico lanzó antes de las semis un emotivo discurso, reconociéndole a su ex, que estaba en el estudio, el haberlo impulsado en su carrera.

“El éxito se basa en insistir y en persistir y aunque te digan que no, seguir intentándolo y si vos sabés realmente qué es lo tuyo, no bajar los brazos nunca. Y bueno, no sé si decirlo... Bueno, una de las personas que me enseñó eso fue Flor”, lanzó Occhiato.

“Nosotros arrancamos juntos en un reality y ahí no me iba bien. Cuando salimos de ahí yo quería seguir en esto, pero a veces uno no cree en sí mismo o no ve el potencial de uno y ella fue la persona que me hizo creer en mí mismo, me hizo insistir, perseverar por más que no sabía por dónde comenzar. Arrancamos juntos y ella me enseñó a insistir con mi sueño, no bajar los brazos, seguir peleándola y por eso es tan lindo y tan fuerte lo que vivimos”, tiró el joven conductor, mientras Flor lo escuchaba con los ojos vidriosos y asentía con la cabeza. También miraba la escena Napp...

Los rumores de reconciliación con ambos en pista le dieron a Tinelli sus ratings más picantes. Pero tras el discurso de Occhiato, desde “Los Ángeles de la mañana” tiraron que no había reconciliación, sino estrategia. Y que Vigna decía que no, pero que seguían viéndose a escondidas con Napp. Otra fuente cercana a Flor, sin embargo, afirmó que ambos, que se pelearon bastante a la hora de ensayar este año, “no se dirigen la palabra”.

Con todo esto, claro, se dispararon las acciones de una final Occhiato-Vigna: el público quiere lo que quiere, y no dudó en echar a Fede Bal y Karina para tener su final de telenovela. O al menos, su final de temporada, porque todos sabemos que las telenovelas tienen una manera de volverse eternas, de seguir con los giros para siempre.

 

La gran final
Qué: Flor Vigna y Nicolás Occhiato en la final del “Súper Bailando 2019”
Cuándo: Esta noche, desde las 22.30
Dónde: El Trece
Ritmos: disco, pop latino, chachapop y jive

 

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