J.J. Abrams vuelve a la saga: “Es difícil encontrar una historia que haga todo lo que hizo ‘Star Wars’”
Edición Impresa | 17 de Diciembre de 2019 | 02:53

No hay nadie más buscado estos días en Hollywood que J.J. Abrams, el guardián de todos los secretos de “Star Wars: El ascenso de Skywalker”, la cinta que cerrará una saga de 42 años y a la que regresa, tras dirigir una de las cintas más aclamadas de la franquicia, “El despertar de la fuerza”, primera entrega de esta última trilogía.
Pero Abrams podría no haber estado al mando de la última parte: el director confesó que no habría vuelto a este universo de ciencia ficción si no le hubieran dejado tener su visión personal como director.
Abrams (Nueva York, 1966) es el cerebro detrás del filme que se estrenará el 19 de diciembre (mañana habrá una maratón en el Cinema Rocha, que culminará con el preestreno del Episodio IX de la saga) y que termina la saga de los Skywalker que comenzó con “Star Wars: Una nueva esperanza”, en 1977.
El cierre de un capítulo grande de la historia del cine, una película que cambió el modo en que se producía cine y forzó a la industria a virar hacia los grandes tanques familiares con potencial para vender juguetes, tiene a Abrams “increíblemente feliz”, aunque “también echo de menos cada fase del lío de hacer esta película. Es un poco agridulce. Han sido un par de años para nosotros, pero de alguna manera han sido 42 años... y es un poco triste”, contó el realizador.
“Es difícil encontrar historias que hagan todo lo que hizo ‘Star Wars’”, agregó el director. “Una historia que te hace reír, gritar y llorar, y que abre posibilidades de lo que podría suceder en tu vida, quiénes podrían ser tus amigos, a quién podrías descubrir, de qué podrías ser responsable, qué tendrías que manejar... Desde que tenía diez años, “Star Wars” hizo todas esas cosas para mí. Y supongo que ser parte de alguna manera de ese mundo es algo que conecta con lo mismo que sentí como espectador, como niño, viendo “Star Wars” por primera vez”.
Pero a pesar del fanatismo, el director reveló que “no habría vuelto para hacer esta película si ese no me hubieran garantizado tener mi voz personal. Y esto es un elogio al estudio, que nos dio rienda suelta para contar nuestra historia”.
“Es realmente una oportunidad abierta para contar una historia que se siente relevante, conmovedora, emotiva, que es importante para nosotros y que esperamos que sea suficiente para merecer el tiempo de nuestro público”, adelantó. “Si les gusta o no, siempre depende de los espectadores, pero nunca habría querido hacer esta película si estuviera restringida por intereses corporativos”.
La libertad que dieron a Abrams no deja de ser una excepción dentro de una saga custodiada muy de cerca por la presidenta de Lucasfilms, Kathleen Kennedy, que despidió a varios directores de los diversos proyectos de la franquicia por diferencia en la voz. El antecesor de Abrams, Rian Johnson, sin embargo, también tuvo rienda suelta en el Episodio VIII, llegando incluso a desactivar varias de las pistas que había dejado Abrams en la séptima entrega: mató a Snoke, volvió a Luke un ser amargo y oscuro y le quitó importancia a la paternidad de Rey.
Lo que, claro, despertó la ira de los fans. “Parece, en general, ya que esto no solo se aplica a “Star Wars” sino a muchas otras cosas, que hay una especie de normalización de la pose insultante y agresiva. Hay mucho odio y parece que está en cada conversación”, opinó, al respecto.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE