Opinan los lectores

Edición Impresa

Desde el llano

Karina Zerillo Cazzaro expresa: “Mamá y papá aún no han entrado en la casa. Se los oye pisar la acera, traspasar la antigua reja que chirría en alguna lengua inteligible aguardando que alguien se apiade de su herrumbroso estado de desinterés. Aún restan escaleras y la pesada puerta de roble, esa que cuando se abre susurra pero cuando se cierra grita. Se oyen sus voces acercarse, ásperas, forzadas, fingidas. Las llaves tintinean a pocos metros y se detienen, creo que dudan: ¿quién abre? Bajo del sofá y me siento en la alfombra que lleva mi nombre, tomo mi talismán entre los dientes mientras recuerdo que todas las mamás y los papás siempre se han ido”.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE