Rompieron la puerta a patadas, golpearon a una pareja de médicos y robaron de todo

Un matrimonio de médicos recién comenzaba su cena en la noche del lunes, en su casa de dos plantas en la localidad ensenadense de Villa del Plata. De golpe, se estremeció por el estruendo de la puerta de entrada, pero ya era tarde. Una banda de ladrones había entrado tras darle una furibunda patada que hizo estallar el vidrio.

Eran alrededor de las 21.30 y arrancaba así un episodio pleno de violencia en 21 bis entre 40 y 42. Según el registro de una cámara de seguridad de la cuadra, todo duró “cinco minutos”.

A las víctimas, el sufrimiento les estiró ese tiempo hasta hacerlo un lapso interminable.

Los asaltantes estaban encapuchados, tenían armas cortas y una escopeta. Actuaron tan decididamente y con precisión en los movimientos, que hasta sorprendieron a los tres perros de la raza alemana Weimaraner que tienen como mascotas.

“ME TIRARON DE LA ESCALERA”

Ayer, un poco más tranquilos, Jorge Ottavianelli y Verónica Pais recibieron a este diario en el escenario de la violencia y relataron en detalle los pormenores del ataque.

Inicialmente, Ottavianelli contó que “habíamos comenzado a cenar cuando escuchamos una explosión, por la tremenda patada que le dieron a la puerta de casa y que hizo estallar su vidrio”.

Mencionó después que “acá se metieron cuatro, tras saltar la pared del frente, pero supimos luego que dos más los esperaron en un auto Honda Civic u Honda City”.

La banda dejó enseguida en claro que no iba a andar con rodeos, ni sutilezas para lograr su objetivo. El profesional lo reflejó al citar que “apenas ingresaron, uno de ellos agarró de los pelos a mi mujer y la llevó hasta un dormitorio de la planta alta”.

Quizás como parte del guión previamente acordado, uno de los cómplices, que se quedó con el médico abajo, apeló a la amenaza de daño a su pareja. “‘Mirá que el que subió con tu mujer es loco, así que no seas boludo, largá los dólares porque te la violan y te la matan’”, recordó Ottavianelli lo que le dijeron.

Además de esa advertencia, el hombre también recibió “culatazos, trompadas y patadas” de los intrusos. “Hasta me tiraron de la escalera”, precisó Ottavianelli. Todo con la finalidad de que les hiciera saber dónde guardaba dinero y otros efectos de valor.

El botín

Luego de dejarles la casa en un completo desorden, principalmente en su dormitorio, “nos llevaron dinero, relojes, joyas y dos pistolas Bersa que tenía declaradas”.

Asimismo, citó que los asaltantes “actuaron como profesionales, eran jóvenes y estaban lúcidos”.

Tras el asalto, ambos recibieron atención “de un médico del barrio que nos dio puntos de sutura por los culatazos que recibimos en la cabeza”.

Por último, señalaron que “hace 20 años vivimos acá y sólo habíamos tenido un escruche”.