Felicidades

En la conmemoración de los 25 años de la obtención del Torneo Centenario, Gimnasia logró una victoria que le da aire en la pelea de abajo gracias al ingreso de Brian Mansilla, con todo el potrero que Guillermo Barros Schelotto le mostró al país con la camiseta azul y blanca. Una noche triste que terminó en felicidad bajo todas las formas.

Nostalgias. Ver en la cancha a Sergio Dopazo, Darío Ortíz, Javier Lavallén, Jorge San Esteban, Joaquín Saffores y Carlos Ramacciotti, Copa Centenario en mano, no solamente fue un justo reconocimiento a aquellos campeones: también fue mirarse el ombligo y ver como cambió todo, el dolor de ya no ser.Por eso, cuando los viejos campeones se fueron agradecidos bajo el cobijo de los aplausos, la realidad golpeó a la puerta como en el poema de Martin Niemöller falsamente atribuido a Brecht.

Sin embargo, los noventa minutos demostraron que no es tarde. que no hay cuesta abajo en la rodada. Y ojo, que la historia con este Tigre tan descendido como interesante del medio hacia adelante no fue fácil. Por eso los ceños fruncidos y hasta algunos silbidos cuando el Lobo no tenía ni dientes ni garras en el primer tiempo. Tres defensores que se convertían en cinco y no marcaban; cuatro medios que no eran tales y no encontraban la bocha; tres puntas donde estaba lo mejor, porque Maxi Comba no para de correr y el tanque Silva, aún equivocado cuando quiere jugar en todos los puestos a la vez, es el corazón de este equipo al que no le sobra nada. Y lo más importante es que todo Gimnasia lo sepa.

A las ocho de la noche, los antitodo se regocijaban en las miserias propias y los DT de red social pedían cabezas, más cerca de Robespierre que de Troglio. Porque claro, lo que antes moría en diálogos de sabiondos y suicidas entre pocillos y fasos ahora debe ser conocido por la humanidad, no vaya a ser cosa que tanta sabiduría digna de hashtags y arrobas se pierda en el espacio. Si al fin y al cabo, hoy Confucio y Nietzche tendrían twitter...Y ojo, que Gimnasia jugaba MAL, con las tres letras de la palabra en mayúsculas. Nadie, absolutamente, puede negarlo. Eso también es de necios.

Ocho de la noche. Cartel luminoso. 22 en rojo, 24 en amarillo. Brian Mansilla por Germán Guiffrey. Ahí cambió la noche, porque el ex racinguista fue primera guitarra con su repertorio de potrero y viveza, de pisada y gambeta. Gimnasia tuvo música: no un Concierto de Aranjuez, pero no el trap vulgar de (casi) todo el campeonato. Mansilla por derecha, Mansilla por izquierda, con picardía y habilidad. El tiempo dirá si deja una mínima huella en el club (aunque sea a años luz de Guillermo, EL MEJOR) o si es una ilusión óptica como aquel Puro Beninca del '93. 

Amparado en ese otro juego que tuvo, Gimnasia encontró el gol con un pase largo de Faravelli que -engaño del Monito e ingenuidad de Guruceaga mediante- besó las mallas. 1 a 0. Respiración calmada tras el desahogo. Pero...siempre hay un pero. El local perdió la pelota, perdió a Mussis y casi pierde el partido, porque vino el 1 a 1 y un rato de desconcierto que pudo costar caro. Pero...(también hay peros a favor) apareció el guiño del destino, primero con el gol de Coronel, el central que "no debía" jugar y después con el GO-LA-ZO de Alexi Gómez, a quien Troglio trajo de Lima a pura corazonada y apareció cuando más lo necesitaban, el DT, sus compañeros y todo Gimnasia. Guiño del destino o "el ocote de Griguol" versión 3.0.

Con la victoria consumada, cambiaron las caras. Felicidad en el que piensa en sumar y cazar fantasmas. Felicidad en el que quiere jugar como Defensa y Justicia (esa S:A. mexicanista que NO es el triunfo de los humildes) pero sabe que para eso hay que cambiar 20 jugadores y al DT (¿y a la idiosincracia del club? No, eso jamás debe cambiar). Felicidad en el que no quiere a Troglio por un resultado de hace 12 años y no lo va a querer aunque le lleve a la casa el billete del trillón de dólares del Sr. Burns. Felicidad, porque hoy ganar solamente brinda felicidad. Y si a San Martín le dan vuelta el partido en Tucumán sobre la hora y Argentinos y Belgrano empatan, mucho mejor. Esperando el lunes (hay que mirar mucha TV paga) Belgrano quedó a tres partidos (8 puntos de 18 en juego), Argentinos quedó unas décimas abajo por vez primera y los tucumanos preocupan, pero cada derrota en la Ciudadela los obliga a inmolarse cual espartanos en el juego siguiente. Y el tiempo pasa, nos vamos poniendo tecnos y la tablita de promedios empieza a decirle a algunos "miren que son ustedes cuatro"...

Gimnasia lucha para estar fuera de ese viaje lo antes posible. Después...que importa del después.

 

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE