Manzanares, el contador de la familia Kirchner, pide que lo acepten como “arrepentido”

Fue colaborador de Máximo Kirchner en la inmobiliaria San Felice, Sancho y Asociados. La ex presidenta suma un nuevo sobresalto

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Por MARIANO SPEZZAPRIA

@mnspezzapria

El derrotero judicial que enfrenta Cristina Kirchner sumó ayer un motivo de sobresalto para la ex presidenta: Víctor Manzanares, histórico contador de su familia, pidió ante el fiscal Carlos Stornelli ser aceptado como “arrepentido”. El profesional, que fue representante de varias empresas de los Kirchner, está preso desde julio de 2017 en el penal de Marcos Paz.

Manzanares le pidió a Stornelli que se lo considere como “imputado-colaborador”, con el objetivo de que el juez Bonadío disponga su liberación. Aunque para que eso suceda, el contador que fue colaborador de Máximo Kirchner en la inmobiliaria San Felice, Sancho y Asociados, deberá aportar información “hacia arriba” que le permita a los investigadores reunir prueba.

No obstante, también está abierta la posibilidad de que Manzanares apunte “hacia los costados” de la familia Kirchner, como lo hizo en su momento el ex ministro santacruceño Juan Manuel Campillo.

Como fuera, fuentes cercanas a la senadora nacional por la provincia de Buenos Aires indicaron a EL DIA que “por el momento no hay comentarios” sobre la situación de Manzanares.

El contador permanece detenido por orden de Bonadío, quien lo acusa de “obstrucción judicial” en la causa Los Sauces, la sociedad que maneja las propiedades de la familia Kirchner, luego de que éste reconociera haber borrado los libros contables de la firma con “liquid paper” y ayudara presuntamente a la ex presidenta a cobrar alquileres pese a que el magistrado le había dispuesto un embargo.

Manzanares, quien ayer fue trasladado desde Marcos Paz a los tribunales de Comodoro Py, en Retiro, fue socio de Daniel Muñoz, el fallecido secretario privado de Néstor Kirchner a quien le detectaron millonarias inversiones inmobiliarias en Miami, Estados Unidos, por 70 millones de dólares.

Por esa causa ya declaró el empresario Sergio Todesca, otro “arrepentido”.

Se trata de un marplatense señalado como testaferro de Muñoz, cuya viuda Carolina Pochetti ya fue aceptada como “arrepentida” pero sigue detenida en la cárcel de Ezeiza, a la espera de que Bonadío disponga su liberación.

El juez y los fiscales –Stornelli y Carlos Rívolo- deben ahora corroborar la veracidad de sus dichos, que también podrían contrastar con los de Manzanares.

CRISTINA, MÁXIMO Y FLORENCIA

En la causa aparecen mencionados tanto Cristina Kirchner como sus hijos Máximo y Florencia. En especial, el diputado nacional mantuvo un vínculo con Manzanares en la inmobiliaria familiar, deslizaron en Río Gallegos.

Las oficinas de ese negocio ya fueron allanadas por Bonadío y ahora se comenta que fueron mudadas a un barrio de la capital santacruceña, con perfil bajo.

A tal punto, que no tendría identificación en su ingreso. Más allá de eso, las causas que afronta la familia Kirchner comenzaron a reactivarse este año, lo que llevó a la defensa de la ex presidenta a moverse rápido para evitar que pueda resultar perjudicada en su proyecto político, que incluye la posibilidad de ser candidata nuevamente a la primera magistratura de la Nación.

 

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