Nuestros actuales esfuerzos para detectar y tratar los casos de infección no son suficientes

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Andrés Echazarreta

Jefe de Neumonología del Hospital San Juan de Dios

Cuando se habla de tuberculosis suele decirse que “es un grave problema de salud no resuelto”. Y tal es así que esta patología milenaria, que algunos creen más antigua que la aparición del hombre, no ha sido erradicada y menos controlada aún. Nuestros actuales esfuerzos para detectar y tratar los casos de infección latente y los de enfermos no son suficientes. Se sigue sin diagnosticar correctamente y a menudo los médicos no piensan que sus pacientes pueden padecer tuberculosis. También hay muchas personas que creen que es una enfermedad del pasado y desconocen su verdadera magnitud. En nuestro país la situación continúa sin tener un avance satisfactorio. Según el último informe presentado por el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, existe un incremento de los casos en relación al año anterior, tanto en casos notificados como en muerte. Durante 2018 hubo 9.635 casos notificados (la mayor parte entre los 20 y 64 años) lo que significa una reducción de apenas el 0.32% de notificaciones con respecto a 2017. Asimismo 297 sujetos han fallecido en nuestro país por la enfermedad. La buena noticia es que en 2018 casi no tuvimos interrupciones en la provisión de drogas antituberculosas por parte del Ministerio de Salud de la Provincia y hay 17 fármacos antituberculosos en ensayos clínicos además de 12 vacunas en diferentes fases de investigación. En este contexto, desde el Servicio de Neumonología del Hospital San Juan de Dios bregamos por el desarrollo de una producción provincial de drogas anti tuberculosis de primera línea que no esté orientada sólo al abaratamiento de los costos sino también a garantizar que no haya interrupciones en su provisión. Sabemos que hay gestiones al respecto y deseamos que se concreten lo antes posible.

 

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