Bolsonaro ordena a los militares conmemorar el golpe de 1964 en Brasil

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BRASILIA

El presidente brasileño Jair Bolsonaro ordenó realizar “las conmemoraciones debidas” en los cuarteles por el 55° aniversario del levantamiento castrense que el 31 de marzo de 1964 instaló una dictadura de 21 años en Brasil.

“Nuestro presidente determinó que el ministerio de Defensa realice las conmemoraciones debidas relacionadas con el 31 de marzo de 1964, incluyendo (la lectura de) un orden del día patrocinado por el ministerio de Defensa, que ya fue aprobado” por Bolsonaro, dijo a la prensa el portavoz del gobierno, Otávio Rego Barros.

Sin dar muchas precisiones, Rego Barros indicó que las celebraciones deberán ser acordes con “aquello que los comandantes consideren dentro de sus respectivas guarniciones, y dentro del contexto en que deban realizarse”.

Bolsonaro, un ex capitán del Ejército de 64 años, niega que la sublevación que derrocó al presidente João Goulart y gobernó el país hasta 1985 haya sido un golpe de Estado, pues afirma que ese movimiento “de civiles y militares” permitió derrotar a las guerrillas izquierdistas e impedir la instalación de un régimen comunista en Brasil.

“El presidente no considera el 31 de marzo de 1964 un golpe militar. Considera que la sociedad reunida, percibiendo el peligro que el país estaba viviendo”, consiguió ese día, uniendo a “civiles y militares, recuperar y devolver a nuestro país el rumbo” y que “si eso no hubiese ocurrido, hoy tendríamos aquí algún tipo de gobierno que no sería bueno para nadie”, expuso el portavoz.

Bolsonaro ha sido siempre un férreo defensor del régimen militar brasileño y desde que llegó al poder ha reivindicado también a otras dictaduras militares en Latinoamérica, como la del paraguayo Alfredo Stroessner (1954-1989) y la del chileno Augusto Pinochet (1973-1990). Esas dictaduras participaron en el Plan Cóndor de coordinación represiva del Cono Sur, junto a los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil y Uruguay.

Hace dos años, Bolsonaro afirmó que “el error de la dictadura (brasileña) fue torturar y no matar”. Durante su votación a favor del impeachment (juicio político) a Dilma Rousseff en 2016, el entonces diputado Bolsonaro elogió al notorio torturador de la mandataria, que purgó varios años de cárcel por su colaboración con un grupo guerrillero. (AFP)

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