El mandatario tuvo una relación conflictiva con “su gran maestro”

La relación de Franco Macri, con su hijo Mauricio siempre transitó por andariveles muy complejos.

“Fue el mayor conflicto que tuve que enfrentar”, dijo alguna vez sin demasiadas vueltas el Presidente Mauricio nunca tuvo demasiados problemas en relatar las dificultades de esa relación que tomó estado público por algunas declaraciones de quien supo ser uno de los zares del empresariado argentino.

El Presidente describió a su padre como una figura demandante y destacó su relación era “errática”. “En algún momento era “el mejor hijo del mundo” y en otros “caía abruptamente en su valoración”. De todas formas dijo que “siempre pudo perdonarlo”.

En las últimas declaraciones públicas sobre su padre, Mauricio también reconoció que había perdido parte de su lucidez, hecho que hizo que no pudiera presentarse a declarar en la causa de los cuadernos que instruye el juez Claudio Bonadio y donde estaba mencionado.

“No se da cuenta de lo que hace, después se arrepiente”.

Macri también recordó el último diálogo que mantuvo con él, días antes de que su salud empezara a empeorar. “Me dijo que le dé una pastillita para sacarlo de ahí. Le dije que no se podía”, contó el Presidente. “’Ya terminé; no tengo nada que hacer. Dependo de asistencia de terceros para todo’”, respondió el empresario. “’No puedo, papá, no se puede’”, le dijo.

También el Presidente precisó cómo fue su crianza: “Al principio yo lo seguía, la verdad es que fue mi gran maestro y tenía una admiración absoluta. De chiquito me empezó a llevar a las obras cuando yo tenía 4 o 5 años. En esa época me divertía. Después empezó a ponerse más denso porque a los 12 años me llevaba de viaje a reuniones donde no entendía nada y él respondía: ‘Algo te va a quedar’”.