En el último suspiro, el campeón de América salvó la ropa en su debut continental

El campeón de América en su debut en la Libertadores 2019, por el Grupo A, empató agónicamente ante Alianza Lima en Perú: fue 1 a 1.

River intentó manejar la pelota desde el comienzo, pero sólo pudo lograrlo en cuentagotas. Lo que le opuso tácticamente el Alianza Lima de Miguel Ángel Russo fue una piedra en el zapato para las intenciones del equipo millonario.

La batalla en la zona medular estuvo repartida y los incaicos se mostraron astutos para cortar el circuito de juego del vigente campeón de América.

Nacho Fernández se pudo juntar poco con Juanfer Quintero -la sociedad a la que apostaba el Muñeco- y eso generó una alarmante falta de generación de juego para la escuadra de Núñez.

De hecho, en el primer tiempo le costó generar situaciones claras de gol sobre la portería de los “íntimos” de Lima. La más clara de todas la tuvo Nacho Fernández, con un remate cruzado de derecha que contuvo el portero local y luego no pudo rematar Lucas Pratto al capturar el rebote.

Un rato más tarde, llegó el impacto para el elenco local. River marcó muy mal la salida de un saque lateral, Martínez Quarta peinó y dejó suelta una pelota en el área chica, tras lo cual José Manzaneda “fusiló” a Franco Armani para inflar la red del equipo de nuestro país.

Lo que más llamó la atención fue la pasividad del fondo de River, que estuvo lejos de mostrar la solidez y jerarquía de un campeón de América.

Así llegó el descanso en el Estadio Nacional de Lima, con la incredulidad de los hinchas de River -que estuvieron en gran número anoche en el histórico recinto limeño- y el sueño de los locales, envalentonados por el salto de calidad táctica que le dio Miguel Russo al equipo.

Sin embargo, faltaba mucho terreno por recorrer. Para la parte final, Alianza se dedicó a cubrir los espacio con inteligencia, con la misión de no dejar huecos para los peligrosos hombres del vigente campeón.

De la mano de ello, pudieron sacar algunas acciones de contragolpe, aunque sin pimienta en los últimos metros para definir la historia con claridad.

Con un equipo de River confundido, el Millonarios se volcó por la pelota parada como elemento fundamental del juego. Así, tras un tiro libre, Pinola ejecutó un centro que derivó en un claro penal por mano. Y allí Santos Borré no pudo con el enorme Pedro Gallese, que rechazó el disparo para evitar el empate.

Pero en la última del partido, Ferreira logró, de tiro libre con una ejecución magistral, el empate 1 a 1 para el campeón de América.