El clásico que terminó a las trompadas
Edición Impresa | 9 de Marzo de 2019 | 04:27

En septiembre de 1917, un clásico amistoso entre Estudiantes y Gimnasia terminó a las trompadas y fue suspendido. La cita fue en 57 y 1 como parte de un cuadrangular organizado por el Centro de Cronistas y del que también participaban Nacional y Everton. Hasta el gobernador (interventor) de la Provincia de Buenos Aires, Miguel Cantilo, estaba en la platea.
Promediando el primer tiempo, Ovidio Duarte Indart, el arquero albirrojo, tomó la pelota con sus manos y se la mostró a Roberto Felices, delantero albiazul. A éste último no le gustó y se arrojó con sus pies para adelante. El arquero le aplicó un trompazo que lo dejó nocaut. Acto seguido se trenzaron los 22 y el partido se suspendió.
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