F-1: Una historia de mil capítulos

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Una historia deslumbrante y generadora de un magnetismo insuperable se apresta a entregarnos el capítulo número 1000. La Fórmula 1, esa magnífica caja de sorpresas que nos ha regalado escenas imborrables, con batallas épicas, récords memorables y actuaciones que el paso del tiempo jamás podrá borrar, este fin de semana se apresta a alcanzar esa cifra imponente cuando la luz verde se encienta en el circuito de Shanghai.

Una escenografía única para quienes aman el automovilismo: la “máxima”, durante su recorrido –iniciado el 13 de mayo de 1950 en Silverstone—, consagró a 33 pilotos campeones del mundo durante 69 temporadas, visitó 32 países de los cinco continentes y dijo presente con su espectáculo majestuoso en 72 circuitos.

Hay infinidad de datos relevantes que se incorporan junto a la mecánica, la ingeniería y el diseño como artífices de un protagonismo permanente. También presencias constantes como la de Ferrari que ha sido la única escudería en alistarse en la línea de largada en todos los certámenes. Pero lo que no podemos dejar de incorporar en la portada de este momento histórico es el papel de un argentino que fue actor fundamental durante una secuencia de casi siete décadas: Juan Manuel Fangio.

El de Balcarce, sin lugar a dudas uno de los infaltables en el cuadro de honor con los grandes deportistas argentinos de la historia, ganó cinco títulos, dos subcampeonatos, consiguió 24 victorias en 51 carreras, 35 podios y 29 poles. En el Gran Premio de Alemania de 1957 escribió su hazaña más fabulosa en el terrible trazado de Nurburgring. A fuerza de manejo, coraje y acelerador consiguió una remontada que lo depositó en el primer escalón del podio y dejó en sus manos el quinto campeonato del mundo. Para muchos ha sido considerada la carrera más fabulosa de todas. Para el automovilismo nacional, un hito imborrable.

Pero hubo más presencias argentinas que dejaron su sello en el escenario único de la F1: Froilán González le dio la primera victoria a Ferrari y Carlos Reutemann resultó protagonista principal durante diez temporadas. En definitiva, 16 fueron los argentinos que se dieron el lujo de tripular las máquinas más picantes del deporte motor y entre ellos el platense Gastón Mazzacane que, desde 2001, estuvo en 21 pruebas del calendario oficial de la categoría y ocupa el cuarto escalón entre los volantes de nuestro país con mayor participación. Onofre Marimón –murió al accidentarse en Nurburgring--, Esteban Tuero, Carlos Menditeguy, Ricardo Zunino, Oscar Larrauri, Norberto Fontana –actualmente en el Turismo de Carretera--, Pablo Birger, Alessandro de Tomaso, Jesús Ricardo Iglesias, Nasif Estéfano, Alberto Rodriguez Larreta, y Miguel Angel Guerra, nos representaron desde 1950 para acá la mayoría de las veces con presupuestos escasos y apoyo casi nulo.

Presencias notables, como la de Michael Schumacher –siete veces en la cúspide del mundo —actualmente postrado por un accidente mientras esquiaba--, Ayrton Senna, Niky Lauda, Stirling Moss, Alberto Ascari, Farina, Graham Hill, Jim Clark, Emerson Fitipaldi, Fernando Alonso y más acá en el tiempo Vettel, Hamilton y los astros de la Fórmula 1 actual han escrito las historias más fabulosas y las rivalidades más enconadas. Seguramente esta leyenda del deporte motor tiene espacios destinados a muchos otros que no están mencionados pero que aportaron lo suyo en estas mil presentaciones.

Los contrapuntos más notables que nos devuelven los archivos tienen a Moss y Fangio como actores del primer “clásico” de la categoría. Y al propio “Chueco” con otros dos íconos de la especialidad: Farina y Ascari. También resultaron feroces las tenidas entre Graham Hill y Jim Clark, las del excéntrico James Hunt (McLaren) con Niki Lauda(Ferrari) y en los 80 las memorables batallas entre Alan Jones y Lole Reutemann, que integraban la misma escudería: Williams.

No menos tensas han sido las confrontaciones a más de 300 kilómetros por hora entre Prost y Ayrton Senna, primero como compañeros en McLaren y luego con el francés defendiendo los colores de la italiana Ferrari. El británico Manssel y el brasileño Nelson Piquet también mostraron sus diferencias en la pista a puro acelerador en memorables duelos a todo o nada.

La categoría mayor del automovilismo mundial también en todo este tiempo ha estado signada por graves accidente. Y como síntesis de los momentos amargos que nos ha entregado la F1, enmarcada entre los deportes de alto riego, se mantienen aún frescos los recuerdos del trágico accidente ocurrido el 1º de mayo de 1994 cuando Ayrton Senna se despistó con el Williams en la curva de Tamburello del circuito de San Marino y perdió la vida. También el despiste fatal protagonizado por Gilles Villeneuve en Bélgica en 1982 como los dramáticos momentos vividos por Niki Lauda en el Gran Premio de Alemania cuando se despistó, chocó y terminó envuelto en llamas. El austríaco estuvo al borde de la muerte, regresó a las pistas y volvió a salir campeón mundial.

Mil carreras y seguramente una cantidad mayor de recuerdos en torno a una especialidad que es sinónimo de espectáculo, emociones y pasión. Este fin de semana las aceleradas de los imponentes bólidos de la Fórmula 1 se sumarán a la conmemoración de esta historia de mil capítulos, muy especial para el automovilismo y todo el deporte mundial.

Eduardo Tucci

deportes@eldia.com

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