Tres décadas del dormicentro de las voluntarias platenses

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Sin tener mas que la colaboración de unos pocos socios y el inquebrantable deseo de trabajar por amor al prójimo, Voluntarias Platenses celebra los 30 años del dormicentro que da alojamiento a madres de otras ciudades que tienen hijos internados en el Hospital de Niños. “Durante la guerra de Malvinas comenzamos tejiendo y juntando chocolates para los soldados y cuando la guerra terminó nos propusimos seguir con otra obra, que las familias con niños internados en el Sor Ludovica pudieran tener un lugar donde dormir; primero compramos una casa y luego otra”, resumió Dora Rodríguez de Boué, tesorera de la entidad.

Un pequeño grupo de mujeres con mucho tesón, algunos colaboradores y la ayuda de ciertos comercios hicieron posible una obra por la que pasaron cerca de 30 mil madres que en circunstancias difíciles, como es tener un hijo internado, encontraron un hogar en el que dormir cobijadas.

La voluntarias destacaron que la casona de 6 entre 60 y 61 no recibe aporte estatal, pero gracias a una administración ordenada y austera se pudo duplicar la cantidad de camas, de las 13 iniciales ahora hay 26.

El lema de la entidad siempre fue dar contención en momentos de dificultad y para hacerlo posible la casa se organizó de modo tal que las huéspedes pudieran encontrar una cama limpia, pantuflas cómodas, un lugar dónde lavar su ropa y una cocina para hacerse un desayuno o una merienda. Algunas se hospedaron por unos pocos días, pero otras llegaron a permanecer hasta varios meses.

El espacio cuenta con 6 habitaciones, 26 camas, 3 cunas, 2 baños equipados con varios sanitarios y duchas; un amplio comedor donde se les sirve la merienda cuando llegan y el desayuno cuando se van al hospital. “Sabemos que pasan muchas horas en el Hospital y tratamos de ayudar a las madres”, agregaron.

 

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