Conmocionados, parisinos y turistas se unen en una vigilia frente a la catedral

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Algunos se arrodillaron y otros juntaron sus manos en súplicas silenciosas. Otros cantaron con la mirada fija en un cielo anaranjado repleto de un denso humo. En un improvisado acto de solidaridad y esperanza, los parisinos y las personas que visitaban la carismática capital francesa se unieron en oración por Notre Dame mientras las llamas ardían. Y ayer, la vigilia continuó con rezos y cánticos religiosos, en un ambiente de profundo respeto en una zona aledaña a la isla fluvial del río Sena, en la que fue erigida la emblemática catedral en el siglo XII. (EFE)

 

 

 

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