Condenan a prisión perpetua a un herrero que en 2017 asesinó y descuartizó a su pareja
| 27 de Abril de 2019 | 18:05

Un herrero fue condenado hoy a prisión perpetua por haber asesinado a su pareja, una mujer de 56 años, cuyo cuerpo apareció descuartizado en distintos puntos del partido bonaerense de Tigre en 2017, informaron hoy fuentes judiciales.
El Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 de San Isidro consideró al imputado Oscar Alberto Iñigo (51) autor del "homicidio agravado por el vínculo" de María Adela Duarte (56), tal como el 12 de este mes había solicitado en su alegato el fiscal Marcelo Fuenzalida, quien instruyó la causa y también llevó adelante la acusación en el debate.
A pedido del fiscal especializado en Violencia de Género de Tigre, los jueces Marcelo Eduardo García Helguera, Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso condenaron hoy al acusado a la pena máxima de prisión perpetua, por lo que el herrero deberá pasar al menos 35 años en la cárcel antes de poder pedir la libertad condicional.
El hecho comenzó a investigarse el 14 de abril de 2017 cuando Noemí Gutiérrez (30), hija de la víctima, se presentó en la comisaría 2da. de Tigre y denunció que no sabía nada de su madre desde el domingo 9 de ese mes.
La mujer le contó a los investigadores que unos días antes de efectuar la denuncia por la búsqueda de paradero, concurrió a las dos viviendas que tenía su madre porque cuando llamaba a su teléfono celular daba apagado y no tenía cuentas en redes sociales como para poder ubicarla.
Siempre sobre la base de lo dicho por la denunciante, cuando llegó hasta el inmueble situado en Francesita 1147, en la localidad de General Pacheco, también en Tigre, un vecino se acercó y le dijo que unos días antes había visto a su madre con su actual pareja, el herrero Iñigo.
A partir de los datos aportados por la denunciante se inició una causa por averiguación de paradero en la comisaría de General Pacheco, con la intervención del personal de la SubDDI Tigre y el fiscal Fuenzalida.
La pesquisa se orientó rápidamente a un posible crimen, ya que establecieron que aquel domingo 9 de abril los testigos escucharon discusiones en la vivienda de la calle Francesita entre Iñigo, Duarte y una ex pareja del herrero, identificada como Cañete.
La principal hipótesis apuntó a que Duarte fue asesinada en el marco de una pelea de pareja y que tras el crimen el cuerpo de la víctima fue descuartizado.
Al seguir esa pista, los investigadores analizaron imágenes de unas cámaras de seguridad de un barrio privado que captaron el momento en que Iñigo llevaba un carrito por la calle Echeverría y pasaje San Cayetano, a unas dos cuadras de la casa de Francesita al 110.
Los efectivos se trasladaron hasta un terreno situado en esas calles y hallaron un torso humano con los pechos arrancados dentro de un tacho de plástico que, según se determinó, pertenecía a Duarte.
Además, un remisero contó a los investigadores que el lunes 10 de abril trasladó al sospechoso hasta la vecina localidad de Benavídez, donde el herrero descendió del rodado con un bolso en la calle Freire y el arroyo Claro, donde personal de bomberos encontró la cabeza y uno de los miembros inferiores del cadáver de la víctima.
A su vez, cerca de donde se halló el torso, los pesquisas secuestraron prendas de vestir presuntamente de la víctima y un aparato que era el teléfono celular de Duarte, agregaron los voceros. Iñigo admitió que él había cometido el crimen y reveló dónde estaba el torso ante los efectivos que lo apresaron por pedido del fiscal Fuenzalida.
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