Caen más autores de las amenazas de bomba que alteraron a las escuelas

El año pasado se subió a la ola de intimidaciones públicas que jaqueaba a la actividad en distintas escuelas de la Región y -según sospechan los investigadores- realizó amenazas de bomba a un establecimiento de Berisso. Pasaron los meses y tal vez creyó que el riesgo de que la descubrieran había pasado. Pero ayer, finalmente, la identificaron durante un allanamiento encarado por la DDI local.

Se trata de una adolescente de 14 años que ahora quedó vinculada a una causa por “intimidación pública” y, según reiteraron los investigadores, ahora el Estado provincial podrá accionar civilmente contra los padres de los acusados por los onerosos gastos que provocó cada una de las amenazas.

Todo comenzó el 13 de agosto de 2018, cuando en la escuela Media Nº 2 de Berisso, de la calle 35 y avenida Montevideo recibieron un alerta en el que se aseguraba que había un artefacto explosivo en la institución educativa. Era la época en que había decenas de casos similares por día en la Región.

Como suele ocurrir en estos casos, se montó un operativo policial para descartar cualquier riesgo, por lo que se suspendieron las clases. Pronto se determinó que se trataba de una falsa alarma.

De inmediato se inició una investigación para dar con los autores de los llamados, en el marco de una causa que tramita en la fiscalía a cargo de Juan Cruz Condomí Alcorta.

Después de rastrear a llamada los investigadores lograron identificar al titular de la línea desde la cual se había hecho la amenaza. Así se llegó hasta una vivienda de la zona de 162 sur entre 19 y 20 de Berisso donde dieron con una adolescente de 14 años, sospechada de ser quien hizo los llamados.

Secuestraron dos teléfonos celulares, uno marca Samsung modelo 3350 y el otro marca Huawei modelo Ascent 321.

Berisso, como se sabe, fue el distrito más castigado el año último por este fenómeno. Pasado agosto contabilizaban casi medio millar de intimidaciones públicas en establecimientos de la vecina localidad. Pero entonces se recurrió a un cambio de estrategia, se unificaron las causas y este tipo de delitos empezó, de a poco, a amainar.