Pese a los reparos, la construcción del paso bajo nivel acelera su ritmo en 1 y 32
Edición Impresa | 11 de Mayo de 2019 | 03:51

La construcción del paso bajo nivel en 1 y 32, cuyo objetivo es sortear los congestionamientos que actualmente se generan en las barreras de la avenida de Circunvalación y las vías del Roca, acelera su ritmo. La obra, que en las primeras semanas pareció marchar a paso regular, muestra por estos días un intenso movimiento de obreros y máquinas trabajando a lo largo de todo el tramo que va desde 116 hasta 5.
El paso bajo nivel es resistido por un grupo de profesionales y vecinos que protagonizaron numerosas movilizaciones y volanteadas para expresar sus cuestionamientos. Es que la intervención urbana se traducirá en un drástico cambio de paisaje para el barrio en el que se rozan los cascos históricos platense y tolosano, modificación que todavía hoy provoca quejas y genera interrogantes entre vecinos y comerciantes del área de influencia.
Pese a todo, la decisión oficial es no dar marcha atrás con el proyecto que, ahora sí, avanza a paso firme.
Desde el área de Transporte de la Nación explicaron que por estos días se está haciendo el trabajo de pilotaje y la apertura de calle 4, donde se abrirá un “retorno” la altura de 32 para compensar la desaparición del actual cruce por calle 2.
Las tareas se acelerarán la semana entrante, cuando, según se anticipó, se comienza con la instalación de vigas de coronamiento.
A su vez, en la cartera de Transporte agregaron, además, que “se sigue trabajando con el relevamiento, corrimiento y remoción de interferencias”.
Con un costo de 323 millones de pesos, la obra que apunta a liberar el tránsito vehicular de la zona a mediados de este año está siendo ejecutada por una unión de empresas encabezada por Eleprint.
Cuando la obra esté finalizada, entre las calles 3 y 116, las actuales ramblas de la Circunvalación dejarán paso a rampas, dársenas, guard-rails, calzadas y separadores. Además, se abrirá un “retorno” en 4 y 32, se colocarán semáforos, cámaras de seguridad y señalización complementaria.
Ambas manos de la avenida 32 pasarán soterradas, por separado, bajo la vías y la avenida 1. A esos breves túneles, con un “gálibo” o altura de 5,10 metros, se accederá por rampas de unos doscientos metros de longitud, cada una con tres carriles de tres metros y medio de anchura, que se desprenderán hacia la izquierda de los actuales andariveles rápidos de la 32.
También habrá dos pasos peatonales, con 1,5 metros de anchura y gálibo de 2,20 metros, discretamente elevados respecto de la calzada de los túneles y con acceso para discapacitados, aunque también contarán con escaleras para quienes prefieran acortar su camino.
Esas tareas se ejecutarán en sucesivas etapas, por lo que durante varios meses habrá desvíos en la zona. En principio, se abrirá calle a través de la rambla de 32, a la altura de 4, trabajos que, como se dijo, ya se están encarando; luego se construirán los dos puentes, cortando 1, pero se abrirán “retornos” provisorios entre 1 y 2 y entre 115 y 116; y en una tercera fase, se habilitará un cruce semaforizado en 4, se cerrará definitivamente el de 2 y 32, y se harán las rampas.
Como ha reflejado este diario, el proyecto es fuertemente cuestionado por un grupo de vecinos, comerciantes y profesionales que propone el ingreso de los rieles soterrados para unificar la trama urbana del casco fundacional. Los argumentos esgrimidos son variados: consideran el paso bajo nivel agravará el caos de tránsito; que acentuará la fractura urbana; que el cierre del paso vehicular en la calle 2 y 532 se traducirá en “un perjuicio irremediable” para los comerciantes de calle 2 y sus fuentes de trabajo; y que la obra conllevará un fuerte impacto ambiental en la zona.
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