May, contra las cuerdas tras su última maniobra por el Brexit

Su propuesta de abrir la puerta a un nuevo referéndum sobre la salida británica de la Unión Europea fue rechazada por todos los partidos. Renunció una funcionaria clave

Edición Impresa

LONDRES

La carrera política de la primera ministra británica, Theresa May, parecía ayer encaminada a un final ignominioso en medio de crecientes pedidos de renuncia de legisladores de su Partido Conservador, luego de que su último intento de sacar al Reino Unido de la Unión Europea (UE) chocara con el rechazo casi unánime del Parlamento.

En una intervención ante la Cámara de los Comunes, May detalló el proyecto de ley, adelantado el martes, para un Acuerdo de Retirada que será publicado mañana viernes.

“La oportunidad que ofrece el Brexit es demasiado grande y las consecuencias de su fracaso demasiado graves como para arriesgarse a más retrasos”, dijo a los diputados en la previa de unas elecciones europeas que hasta hace muy poco nadie en Reino Unido pensaba celebrar casi tres años después del referéndum de 2016, en el que 52% de británicos votó por salir de la UE.

“Rechácenlo y todo lo que tendremos ante nosotros será división y estancamiento”, agregó la primera ministra, que ante la creciente rebelión interna en su Partido ya prometió dejar el cargo tras esta nueva votación, prevista para una fecha de principios de junio aún por determinar, sea cual sea su resultado.

Sus problemas empeoraron cuando Andrea Leadsom -una de las más fervientes defensoras del Brexit de su gabinete- anunció su dimisión como representante del gobierno en el Parlamento debido a la gestión de May de esta crisis. “Dejé de creer que nuestra estrategia cumpla con los resultados del referéndum (de 2016)” que aprobó el Brexit, anunció la ministra en un comunicado.

Haciendo concesiones que rompen con algunas de las líneas rojas que ella misma se marcó al iniciar la negociación con Bruselas hace dos años, May propuso incluir la posibilidad de que los diputados decidan sobre la convocatoria de un segundo referéndum y sobre una unión aduanera temporal con la UE. Y también garantías sobre los derechos de los trabajadores y la protección del medio ambiente.

Son todas ellas reivindicaciones presentadas por el opositor Partido Laborista durante las seis semanas de negociaciones que terminaron en fracaso el viernes pasado. Pero no bastaron para convencer a su líder, Jeremy Corbyn, que las consideró integradas de forma deficiente y sin garantías.

Es “poco más que una versión aderezada de su acuerdo rechazado tres veces”, afirmó ante el Parlamento. “Puede que la retórica haya cambiado, pero el acuerdo no lo ha hecho”, añadió.

Reino Unido debería haber abandonado la Unión Europea el 29 de marzo. Pero el Parlamento rechazó estrepitosamente tres veces el Tratado de Retirada que May firmó en noviembre con Bruselas, lo que empujó a la primera ministra a aceptar un aplazamiento “flexible” del Brexit: hasta el 31 de octubre, aunque el país puede salir antes si halla una solución al bloqueo. Todo esto contribuye a un ambiente de caos político que está haciendo estragos en las empresas británicas.

La “nueva” propuesta de May tampoco convenció a los conservadores defensores de un Brexit neto, que en anterior votaciones se opusieron por decenas al acuerdo de la premier con Bruselas. (AFP y TÉLAM)

Quiebra
La compañía privada British Steel se vio obligada a declararse en quiebra, afectada por los problemas de la industria siderúrgica y el Brexit, lo que pone en peligro unos 5.000 empleos directos y otros 20.000 trabajos en la cadena de suministro.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE