Tranquilidad y buena gastronomía
Edición Impresa | 26 de Mayo de 2019 | 07:08
CARLOS KEEN
Buenos Aires
Cuando el ferrocarril dejó de funcionar y el sonido de la locomotora fue remplazado por el silencio, los habitantes de Carlos Keen (Provincia de Buenos Aires) comenzaron a pensar en una nueva forma de hacer resurgir el lugar. Y la gastronomía fue el motor de este cambio. El pueblo, fundado en 1881, con el funcionamiento del ramal Luján-Pergamino, cuenta con una población de 500 habitantes concentrados alrededor de la vieja estación. La gran figura del pueblo sigue siendo el predio del ferrocarril, con dos construcciones descomunales que se caracterizan por su fachada histórica y que valen la pena recorrer.
Sin embargo, estos pagos se caracterizan por sus restaurantes tradicionales, de ladrillos a la vista, que deleitan al visitante con exquisitos platos regionales, como asados de vaca y cordero, empanadas y pastas. Además, una serie de confortables y cálidos hoteles, y fabulosos cines de época completan la oferta turística.
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