Contracción económica y amenaza de recesión en Brasil
Edición Impresa | 31 de Mayo de 2019 | 01:55

RÍO DE JANEIRO
El PBI de Brasil registró entre enero y marzo su primer retroceso trimestral desde fines de 2016, contrariando las expectativas de que la llegada al poder del presidente Jair Bolsonaro con un programa promercado impulsara a la mayor economía latinoamericana.
El Producto Interno Bruto (PBI) de Brasil se contrajo 0,2% en el primer trimestre del año respecto al período inmediatamente anterior, lastrado por la caída de las inversiones en capital fijo (-1,7%), de la industria (-0,7%) y de la agricultura (-0,5%), según los datos divulgados ayer por el instituto oficial de estadísticas IBGE. En cambio, tuvieron resultados positivos el sector de servicios (+0,2%), el consumo de los hogares (+0,3%) y las compras gubernamentales (+0,4%).
El dato, aunque esperado, preocupa en un país que aún arrastra los efectos de la recesión de 2015-2016, con tasas de crecimiento endebles en los dos años siguientes (+1,1%) y 13 millones de desocupados oficialmente registrados.
AMENAZA DE RECESIÓN
La economía brasileña está amenazada ahora por una recesión, definida como el registro de dos trimestres consecutivos de contracción en relación al período inmediatamente anterior.
En comparación con el primer trimestre de 2018, el PBI brasileño creció 0,5%, su peor resultado desde el primer trimestre de 2017.
Y en el acumulado de 12 meses, el avance fue de 0,9%, confirmando una tendencia decreciente que ya llevó al gobierno a reducir sus previsiones de expansión en 2019, de 2,5% a 1,6%. El mercado prevé un crecimiento inferior, de 1,2% para este año, y esa degradación no parece en vías de frenarse.
El economista André Perfeito, de la consultora Necton, proyectaba un crecimiento de 0,9%, pero después de la divulgación de los datos de ayer anticipó que esa estimación “será revisada a la baja en los próximos días”.
Los analistas enumeran diversos factores que impactaron negativamente en la actividad este año, como la ruptura en enero del dique minero de Brumadinho (sudeste), que dejó 245 muertos y 25 desaparecidos, y provocó una caída de 6,3% de las actividades de extracción en el primer trimestre. También señalan una contracción de las exportaciones de 1,9% en el primer trimestre contra el último de 2018, en un contexto de guerra comercial entre China y Estados Unidos.
Pero destacan como factor primordial frustración causada por los retrasos para aprobar las reformas promercado, y en particular la del régimen de jubilaciones, prometidas por Bolsonaro durante la campaña electoral que lo llevó al poder en enero.
Los analistas del mercado, de todos modos, siguen apostando por un cambio de dinámica si las reformas arrancan, sobre todo la de jubilaciones, con la que el gobierno pretende ahorrar un billón de reales (unos 250.000 millones de dólares al cambio actual) en los próximos diez años. (AFP)
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