Víctimas de curas abusadores se manifestaron frente a la catedral de Buenos Aires

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Víctimas de abuso sexuales cometidos por sacerdotes católicos llevaron ayer su reclamo de tolerancia cero para estos crímenes a las puertas de la catedral de Buenos Aires. El escenario de la protesta fue elegido porque allí oficiaba como arzobispo Jorge Bergoglio, el actual papa Francisco, a quien responsabilizan de no haber logrado revertir la situación.

Bajo una lluvia torrencial, una veintena de manifestantes repartió folletos con sus consignas a quienes ingresaban y salían de la catedral poco después de la misa dominical, celebrada con la iglesia vallada por la policía y bajo un operativo de seguridad.

“A más de seis años de inicio del papado de Francisco no vemos cambios. Por eso el reclamo, la urgencia de la tolerancia cero a nivel mundial es imperiosa”, dijo Sebastián Cuattromo, fundador de la ONG Adultos por los Derechos de la Infancia, y él mismo una víctima de abuso.

Cuattromo, quien fue abusado a los 13 años por un sacerdote del colegio Marianista de Buenos Aires donde cursaba el último año de la primaria, logró en 2012 que la Justicia condenara a su abusador a 12 años de prisión.

“Hay una deuda clamorosa de la Iglesia Católica y de sus máximas jerarquías con las víctimas del crimen de abuso sexual y con la infancia del presente y del futuro”, señaló Cuattromo.

El compromiso público lanzado por el papa Francisco de tolerancia cero para los abusadores dentro de la Iglesia católica, contrasta con los datos sobre lo que ocurre en Argentina recabados por las ONG que representan a víctimas.

Según Bishop Accountability (responsabilidad de obispos), casi un centenar de curas y monjas son objeto de denuncias por abusos y pederastía en Argentina y apenas cinco fueron separados de la Iglesia.

Cuattromo recordó que la Iglesia católica argentina intentó silenciar su caso cuando en 2002 acudió a denunciarlo ante Bergoglio, quien sin recibirlo delegó su tratamiento en Mario Poli, actual arzobispo de Buenos Aires.

“La sensación que me quedó en nombre de la jerarquía que encabezaba Bergoglio era de una profunda subestimación de la gravedad del delito y de la injusticia de la que estábamos hablando”, aseguró.

“A más de seis años del inicio del papado de Francisco no vemos cambios”

 

En contraste, destacó que la difusión de los casos de abusos ha sensibilizado a la sociedad en su conjunto y forzado a la Iglesia a asumir su responsabilidad. “Son nuestras luchas, el avance en la opinión publica mundial y la solidaridad de nuestra sociedad las que van generando contexto para que las máximas jerarquías católicas sientan que no tienen otro margen que salir a dar cuenta públicamente de esta situación”, expresó.

La de ayer fuer la segunda manifestación realizada este mes en Buenos Aires en reclamo de acciones urgentes a la Iglesia católica. El jueves último las víctimas se habían manifestado a las puertas de un hogar sacerdotal en Flores, el barrio natal del papa Francisco, donde se alojó un cura denunciado por abuso.

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