Entró a robar en un kiosco, se disparó al guardar el arma y murió

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Con un casco blanco y un revólver en la mano derecha, un ladrón ingresó en un maxikiosco de la ciudad de Tucumán, amenazó al empleado y al único cliente que había dentro. A los gritos, intentó reducir a sus dos víctimas que solo atinaron a levantar las manos, y exigió que le dieran todo lo de valor que llevaban.

Sin embargo, al momento de huir de la escena, murió después de dispararse accidentalmente en una pierna.

El hecho ocurrió el miércoles por la noche en un comercio ubicado en la calle Jujuy y Lavalle, en el macrocentro de la capital provincial, y fue filmado por una de las cámaras de seguridad. Según las fuentes policiales, todo comenzó cerca de las 20. El delincuente estacionó su moto en la puerta del local e ingresó con su casco puesto.

En el negocio se hallaba el encargado y un cliente que acababa de entrar, a quienes amenazó con un arma de fuego.

En las imágenes obtenidas se puede observar cómo el comprador pretendía refugiarse, y al asaltante apuntándole con el revólver, que en dos oportunidades pretendió guardar en su cintura. Fue justamente en esa situación que, al querer meterlo entre sus ropas, accionó el gatillo de manera accidental y se disparó en una de las piernas.

Herido y sorprendido, el delincuente salió del maxikiosco rengueando y se subió a la moto, con la cual escapó ante la mirada de sus dos víctimas y otra clienta que estaba a punto de ingresar en el local.

Finalmente, el hombre, identificado como Federico Luis Acosta, fue hallado por la policía gravemente herido a dos cuadras escena y trasladado al hospital Padilla, donde murió horas más tarde. El informe policial reveló que “el hombre había asaltado primero a una mujer, luego entró a robar a otro comercio y, finalmente, robó en el maxikiosco, donde terminó herido”.

 

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