Uocra: aprietes, facciones en pugna y la sombra de un barra

Días atrás, varios hombres intimidaron al interventor Carlos Vergara en una cervecería. Los vinculan con Agustín Medina. Ahora habría desembarcado en el gremio Iván Tobar

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No hay calma en el llamado “clan Medina”, como tampoco está despejado el cielo en los otros círculos imaginarios sobre los que gira la Uocra de La Plata, que quedó bajo una intervención en septiembre de 2017 después de la detención del “Pata” por asociación ilícita, lavado de dinero e intimidación pública.

La semana pasada el nombre del gremio volvió a las crónicas policiales por la captura de Ariel Sebastián Paz Rodríguez (32), uno de los dos presos que hace casi un mes se fugaron de un camión de traslados que hizo una “parada técnica” en el penal de Olmos. No estaba tomando mate con un amigo, sino haciendo las veces de “seguridad” en la puerta de la nueva sede que tiene la Uocra en 50, 3 y 4, el corazón de la zona que aspira a ser la más “top” de La Plata.

De la mano de esta noticia y el rumor de que “al prófugo lo plantaron” (habría sido contratado por una agencia de seguridad privada), se conocieron otros incidentes recientes que tuvieron como protagonista al interventor de la Uocra local, el rosarino Carlos Vergara, al que un grupor presuntamente vinculado con Agustín Medina (hijastro de Juan Pablo, “El Pata”), “apretó” en un conocido restaurante de la misma zona.

“Estos son los interventores, acá los vemos comiendo mientras nosotros estamos militando allá”, se le escucha decir a quien filmó el incidente con su celular, registrando, de paso, cómo varios hombres increpan a Vergara mientras otros aprovechan para manotearle (y degustar sin permiso) la comida del plato, justo antes de que un par de policías “invitaran” a todos a continuar el “debate” en la calle.

Allegados a la intervención confirmaron este incidente -que continuó con Vergara “escoltado” hasta la sede de la calle 50-, al que vincularon con la entrega de terrenos a la municipalidad de Ensenada y de las propiedades que estaban en ellos a la de La Plata.

Lo que si negaron tajantemente es que luego de eso hayan contratado “custodia especial” o viajado a Rosario (de donde es el interventor) para pedirle “ayuda” a un conocido barra de Rosario Central ligado a Los Monos.

Estos contactos habrían traído al ruedo el nombre de otro viejo conocido de las secciones deportivas y policiales de La Plata, el barra de Estudiantes, Ivan Tobar.

Desde la intervención del sindicato negaron también estas versiones, ratificadas por distintas fuentes que conocen de cerca al “clan Medina”, cuyas peleas intestinas, se sabe, no son para nada nuevas.

De un lado están los hijos del primer matrimonio del “Pata”, Any (la joven que incursionó en la música y en la política) y su hermano Cristian “El Puli”; y por otro, Fabiola (la actual mujer del gremialista preso, ella con arresto domiciliario) y su hijo Agustín (el hijastro que adoptó el apellido Medina). Al parecer, tras la detención del “Pata” fueron los hijos de “Any”, Brian y Kevin (incondicionales a Puly, también preso), los que asumieron una suerte de liderazgo paralelo al de la intervención, aunque esta situación no duró demasiado por distintos escándalos que los tuvieron como protagonistas.

Con el arresto domiciliario concedido a Fabiola, estalló la guerra de nuevo. Y Agustín se hizo cargo del liderazgo desierto, evidenciado hace casi un año en la aparición de sus laderos en un acto sindical que Vergara encabezó en las inmediaciones de la destilería YPF, donde resaltó la necesidad de “pedir” a las empresas que generen unos 400 puestos de trabajo.

Pero parece que este romance tampoco duró demasiado. Es ahí donde empezó a jugar la figura de Tobar, el barra cuyo apellido también reapareció en la crónica roja días atrás por la captura de su hermano Miguel, acusado de participar del asesinato de un joven en 2015.

“Quiero que sepan todos los ajenos al movimiento, como los Monos (narco de Rosario), como este pibe Tobar, la Uocra Secc. es Medina y no se la vamos a regalar a nadie... nacimos y crecimos en la Uocra y a los unicos q se la vamos a regalar a los trabajadores...están siendo funcional a la famosa intervención la cual trae hambre desocupación y conflictos en la región... estando arriba jamás metimos el osico (SIC) en otro lado”, escribió en su muro público de Facebook Kevin Parrado, hijo de Any, cuya foto de portada no cede lugar a la duda: el nombre de “Puly” Medina tatuado en la espalda.

“La pelea es por los puestos de trabajo, particularmente en YPF y en la empresa AESA (de Construcciones y Servicios a los sectores del Petróleo, Gas y Petroquímica), con contratos que rondan los 30 mil pesos la quincena y que no todos cumplen”, explicó una fuente con llegada a las facciones en pugna. Dicho de otro modo: “Algunos pagan un diezmo por ese contrato y otros directamente ni van a trabajar”.

Tobar entró en la planta de YPF hace algunos meses y actualmente, gracias al vínculo que generó con los barras de Rosario Central a través de Hinchadas Unidas, logró gestionar algunos manejos en la Uocra local, por encima de la disputa entre las facciones de Puly y Agustín. ¿Qué derivará de esto? “Hay que esperar”, coinciden todos.

El “Pata” fue detenido en septiembre de 2017 junto a su esposa, sus hijos e hijastros, su cuñado y los principales colaboradores del gremio, acusado de liderar una asociación ilícita dedicada a extorsionar empresarios de la construcción para que contraten sólo obreros y oficiales afiliados a su gremio, entre otras cosas. Hoy siguen presos, con él, su cuñado y su hijo Puly.

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