El desafío de superar la recesión

Los datos del primer trimestre del año dan cuenta que la actividad económica no logra repuntar y profundiza su caída. El sector agropecuario brinda gran aporte, pero los precios internacionales no ayudan a la recuperación

Edición Impresa

La estricta política monetaria que lleva adelante el Banco Central está dando sus primeros frutos en materia de estabilidad cambiaria, el principal objetivo de las restricciones para el sector.

Pero eso se traduce en una clara caída de la actividad económica, como se vio claramente reflejada la caída del 5,8% registrado en el primer trimestre del año.

Según las proyecciones de Ieral, finalmente la Argentina cerrará el año con una caída de la actividad del 2% en 2019, otro año impar recesivo. La contracción surge como consecuencia de los desaciertos de la política económica local, segùn la consultora.

De esta forma la segunda década del nuevo milenio es otra década perdida.

La economía en el segundo trimestre creció a ritmo mejor gracias al agro. A pesar de la política monetaria contractiva la inflación no bajará mucho y estaría cerca de 42%, mejor que en 2018 pero todavía muy alta. En este sentido, las expectativas de inflación que son cruciales para explicar su dinámica podrían influir en que la misma llegue a 25% para el año 2020 de continuar el oficialismo en el poder.

Los intentos de pacto social a “la chilena” para bajar la inflación fueron postergados y no están en la agenda del Gobierno.

VOLATILIDAD

El dólar, dada la incertidumbre electoral, estará más volátil en la segunda parte del año.

Se esperan aumentos moderados en el dólar oficial.

El déficit fiscal seguirá desbalanceado por el gasto público imprudente del kirchnerismo y se puede arrimar a un déficit primario de 0.5 % del PBI en 2019, que supone un ajuste de casi dos puntos del producto.

Los precios de los commodities no ayudan frente a este panorama y están lejos del viento de cola de inicios del kirchnerismo. La soja a 300 dólares es un problema.

Aún así, el sector externo continuará mejor ya que las importaciones caen fuerte y las exportaciones por ahora crecen aunque muy poco. Estamos hace 9 meses con balanza comercial positiva como nos acompañó durante casi todo el kirchnerismo. La brecha externa fue una amenaza seria del modelo a principios de 2018 y originó en buena medida la corrida cambiaria por el desequilibrio de la cuenta corriente.

El consumo seguirá cayendo sobre todo por el deterioro del salario real pero a menor ritmo en 2019 ya que las paritarias se perfilan mejor. En el caso de bienes durables, puede haber una caída del consumo superior como estamos viendo en electrodomésticos.

La inversión que es la señal de la confianza en el largo plazo está lejos de recuperarse (ver aparte) . En cuanto al sector financiero, sigue en buena forma y con rentabilidad en los bancos. Es bastante conservadora la estructura de préstamos, se trata de un sector con perfil bajo y nivel de préstamos reducido.

El ratio de créditos respecto al PBI es muy bajo, cercano al 13%. No obstante, los bancos están enfocados en ganar dinero a partir de las Leliqs.

Las exportaciones energéticas son superadas por el nivel de las importaciones pero esto se va a revertir. La Argentina es importadora neta de energía y revertir este desequilibrio tomará más tiempo y convicción política. Vaca Muerta es clave en este proceso. El apagón eléctrico pareciera un tema extraordinario y no estructural.

Adem ás, cabe destacar que la distribución del ingreso se sigue resintiendo aún más por la inflación, el desempleo y el retroceso del salario real.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE