La Casa del Puente: joya arquitectónica marplatense

 Si van a Mar del Plata no pueden dejar de visitar la Casa sobre el Arroyo, conocida como Casa del Puente, obra del Arquitecto Amancio Williams, hoy convertida en museo. El complejo fue declarado de Interés Patrimonial, Cultural, Natural y es Monumento Histórico Artístico Nacional.   

Por Coni Crowder

Cuando me preguntaron si conocía la Casa del Puente, pensé en Le Corbusier. ¿También había una obra suya en la ciudad balnearia más visitada del país? La respuesta, como saben, es no. Este ejemplar de arquitectura moderna de la ciudad de Mar del Plata es de Amancio Williams, el famoso intérprete de Le Corbusier y ejecutor de la primera parte de la Casa Curutchet de La Plata, el gran y único proyecto del arquitecto suizo -francés en América.

La Casa del Puente  está en el barrio residencial Pinos de Anchorena de Mar del Plata, en un predio de dos manzanas atravesado por el arroyo Las Chacras y es una de las veinte casas más importantes del mundo en arquitectura moderna del siglo XX; su fama es tal que sus planos se exhibieron en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. 

Allí mismo, en función del ambiente natural circundante, el arquitecto Amancio Williams y su mujer, Delfina Bunge, proyectaron esta vivienda-estudio de 274 metros cuadrados y la construyeron entre 1943 y 1946, para que la habiten sus padres, Irma Paats Frers y el músico y compositor Alberto Williams.

 En aquellos años esta zona era prácticamente una reserva natural de gran vegetación y aún lo es: en las dos hectáreas hay más de 200 árboles y 51 especies, entre las que predomina el roble europeo.  Fue así que el arquitecto hizo rendir esta condición ambiental y de acuerdo al paisaje proyectó una vivienda sobre un arco de hormigón que une ambas márgenes del arroyo a dos metros y medio de altura. En tres dimensiones, de formas geométricas integradas -las líneas horizontales del cuerpo principal, la curvatura del puente y la terraza-, paneles vidriados a la altura de las copas de los árboles circundantes y dos ingresos en los apoyos del arco. Su interior, habitaciones y salas abiertas hacia una galería principal, como la tradicional casa chorizo porteña.

 Durante años Williams padre disfrutó de la sala de estar y la amplísima galería; aún perduran los pisos de adoquines de algarrobo colorado, algunas fotografías del estudio de música y planos del arquitecto.

En 2012, después de sucesiones interminables, diferentes dueños y fines, abandono y dos incendios, la adquiere el Municipio de General Pueyrredón, dando inicio a un proceso de restauración y preservación. En 2013, reconvertida en museo, abre sus puertas al público.

 

 

Desde el pequeño puente de madera que une ambas márgenes del arroyo tengo la última panorámica de la casa. Detrás del vidrio, su primer habitante mira al exterior, cercado por la música y el bosque. Después desaparece. 

La casa está en Quintana y Deán Funes. Abierta de lunes a sábados de 9 a 13 hs., domingos cerrada. La entrada es gratuita. Visitas guiadas: 11.30 y 15 hs. 

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