Ningún motivo puede justificar las fallas en el servicio de agua
Edición Impresa | 3 de Junio de 2019 | 02:49

Una nota publicada ayer en este diario reflejó el problema que plantean las numerosas pérdidas de agua en las redes domiciliarias de nuestra ciudad, en una situación que se ve agudizada y se refleja, como contraste paradójico, en las penurias que, por falta de presión de agua en sus viviendas, padecen miles de vecinos.
A su vez, tal como se consignó, ello ocurre en un contexto marcado por las costosas tarifas del servicio, que los usuarios se ven obligados a pagar, mientras carecen de suministro y advierten las múltiples averías que exhiben las cañerías que corren bajo la vía pública y que se traducen en filtraciones sobre las veredas y calles.
Tal como se detalló en la nota, son incontables los inconvenientes que provocan los desbordes cuando se registran sobre veredas o calzadas. En primer lugar, suelen resentir el caudal del sistema en los alrededores de la “pinchadura”, pues la red pierde presión y esa falla hace que no llegue suficiente cantidad de agua a los tanques de las viviendas. Y además, la permanente presencia de anegamientos en sectores que se transitan a pie, con auto o moto, rompen el suelo y ponen en riesgo a quienes circulan por ahí.
Lo cierto es que los reclamos vecinales de las últimas jornadas enhebran lo que se denominó con razón una suerte de epidemia de pérdidas de agua en la Ciudad. La primera de ellas provino del barrio San Carlos (19 entre 135 y 136) por un caño de agua que sufrió una rotura hace ocho días, con pérdida constante desde entonces. Para eludir ese charco y el bache existentes, dijeron, muchos vehículos se suben a la vereda y la rompen.
Asimismo, se reflejaron situaciones similares en el Centro (9 y 48), con una filtración que lleva meses, sin que la empresa ABSA haya ofrecido respuesta alguna a los reclamos; en 486 entre Camino Belgrano y 23, en donde ante la falta de acción por la empresa los vecinos recurrieron a la Autoridad del Agua; en 141 entre 58 y 59 (Los Hornos), con una perdida que lleva meses; en calle 116 entre 88 y 89 (Villa Elvira) y en la vereda de la calle 465 a la altura del Nº 1157 (City Bell), así como en 51 entre 15 y 16, a la altura del número 1035, en donde un vecino reclamó ante la empresa en ocho oportunidades por una pérdida pretérita.
Si bien, como se ha dicho, las falencias apuntan a las frecuentes pérdidas del líquido, por roturas o deficiencias en las redes de distribución urbana, principalmente, esas fallas se ven agravadas porque las reparaciones que corresponderían no se realizan de inmediato. Por lo general demoran mucho tiempo, con el consiguiente desaprovechamiento de un elemento cada vez más preciado para el normal desenvolvimiento de las actividades ciudadanas.
Cabría consignar que, desde ABSA se informó días atrás que en lo que va del año la empresa reparó y resolvió más de 24 mil reclamos, incluyendo entre ellos el servicio de agua, de cloaca y reparaciones de veredas. El número de intervenciones, entonces, eximiría de realizar mayores comentarios acerca del estado que presentan las redes de agua en la Ciudad.
Está claro que se habla de un suministro esencial, del cual depende la calidad de vida de la población que lo recibe. De allí que no sólo resulte negativo cualquier tipo de derroche evitable en ese tipo de suministro, sino que apare como imperioso que la empresa prestataria cumpla con la obligación de brindar un servicio confiable y continuado. En este sentido, los entes de contralor y las autoridades provinciales también deben ejercer los controles necesarios para que ello ocurra.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE