El barrio quiere conocer “la declaración de bienes y la foja de servicio”

A la misma hora en que personal de Asuntos Internos y de la fiscalía 15 registraba la comisaría Sexta en el contexto de una gravísima denuncia, los vecinos que están bajo su jurisdicción debatían en 116 y 530 la posibilidad de utilizar silbatos para combinar con las alarmas comunitarias y disuadir delitos.

“Nos causó sorpresa saber que había problemas en la seccional Sexta y obviamente hablamos del tema (el incidente ocurrió horas antes del encuentro)”, comentaron a este diario representantes de la Asamblea Vecinal de Tolosa, pero también abordaron la cuestión que los convocó, vinculada con generar propuestas nuevas de prevención para, al menos, aliviar el impacto de los delitos que padecen desde hace rato.

Dijeron que “vamos a hablar con todas las instituciones de la zona para que participen de la iniciativa, sobre todo con aquellas instituciones que tienen alumnas y deportistas, como los clubes de barrio, a los que concurren chicas que salen tarde y se enfrentan a todo tipo de peligros”.

En relación con el nuevo escándalo que sacude a la comisaría Sexta, por donde desfilaron 18 titulares en los últimos siete años, anticiparon que “antes del miércoles presentaremos una nota al ministerio de Seguridad (bonaerense) para pedir la foja de servicio y declaración patrimonial de bienes” del policía que sea nombra como próximo jefe de la dependencia.

“Esto ya no se aguanta más”, insistieron, “porque nosotros podemos implementar cualquier método de disuación como las alarmas comunitarias o esta experiencia, pero mientras siga sucediendo lo que sucede en esa comisaría no sirve para nada”.

Tolosa ha sido noticia más de una vez por los escándalos policiales, pero también por la capacidad de movilización de sus vecinos, que no sólo protagonizaron protestas ocurrentes, como la de aqella reja que montaron en 7 y 32 para declararse “presos por el miedo”, sino que además impulsaron iniciativas como la de las urnas “antidroga” que instalaron en distintos puntos del barrio para que los vecinos denunciaran de manera anónima a los vendedores de estupefacientes. La idea se replicó por todo el país.