Quiso hacerle un favor a un desconocido y terminó maniatado en su casa de 32 y 161
Edición Impresa | 25 de Julio de 2019 | 02:15

Un hombre de 33 años logró colarse en la casa de un comerciante y mantenerlo reducido con un arma, ligaduras y las peores amenazas, pero “perdió” en una fuga que fue larga y complicada para la Policía. De hecho, uno de los uniformados tuvo que ser trasladado a un hospital por los golpes que sufrió en medio del procedimiento. La víctima recuperó “algunas de las cosas” que le quitó el ladrón. La plata, no, aclaró.
Esto pasó alrededor de las 4 de la tarde del último martes, cuando Juan -de 71 años y nacionalidad peruana- estaba en su casa de 32 y 161, lindera con su local de alquiler de vajilla. De repente, escuchó que alguien golpeaba la puerta.
Era un hombre que le preguntó por ese comercio y Juan supuso que buscaba a la dueña, por lo que le permitió pasar para tratar de contactarla, explicó.
Pero su buena predisposición chocó con las verdades intenciones del desconocido, que no tardó en exponer: “Enseguida sacó un arma y me dijo nerviosamente que quería que le diera toda la plata. También me dio un empujón y comenzó a amenazarme con que iba a dispararme si no le hacía caso”, relató la víctima.
A pesar de que Juan estaba solo y no opuso ningún tipo de resistencia, el atacante quiso anular cualquier probabilidad de que lo intentara. “Me ató las manos con un cinturón y me tiró a la cama”, recordó, mientras le advertía que “afuera lo esperaba un cómplice, también armado”, que le dispararía “si salía a la calle”, aseguró.
Para dejar en claro que hablaba en serio, el delincuente echó mano a frases tales como “no te muevas o te quemo”, que Juan procuró contrarrestar aconsejándole que “se ocupara de lo suyo, que yo no me iba a mover de la cama”. Desde ahí lo veía buscar desesperado, y con apuro, dinero y elementos de valor para llevarse. En esa faena revisó los bolsillos del dueño de casa, además de cajones, bolsos y hasta las cajas de zapatos. “Por la rapidez con que buscaba cosas rompió algunas, como vasos y un parlante”, apuntó Juan.
Por fin, el intruso se fue de la casa con “alrededor de 3.500 pesos, un plasma, mucha ropa de invierno, dos celulares, dos parlantes y una garrafa, entre otras cosas”, detalló la víctima, quien calculó que el episodio duró aproximadamente 20 minutos.
Lo que no tuvo en cuenta el ladrón fue a los testigos que lo vieron irse de la casa en “un automóvil Chevrolet rojo”, información que aportaron a los operadores del 911.
Los móviles del comando de Patrullas salieron a la búsqueda de aquel coche, hasta que lo localizaron y comenzaron a perseguirlo, en un operativo que terminó en 171 entre 518 y 519.
La interceptación no fue sencilla, ya que fue la consecuencia de un choque previo que el acusado protagonizó contra el móvil 22631, con dos policías dentro. Ambos sufrieron golpes, aunque solamente uno tuvo que ser derivado para control al hospital Italiano, se informó oficialmente.
En cuanto al sospechoso, le secuestraron un arma blanca y municiones, además de varios de los elementos que se había llevado de la casa de Juan: “Recuperé casi todo”, aseguró el damnificado, quien reparó en que el sujeto “tenía celulares 7 celulares, por lo que se ve que había robado también a otras personas”.
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