Tras la suspensión de una función, sigue el conflicto en el Teatro Argentino

Desde la gestión hablaron de “retención de tareas”. Pero trabajadores lo niegan y dicen que fue por el mal estado de las calderas

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Uno de los pocos programas que iba a brindar en meses el único escenario habilitado para funcionar en el Teatro Argentino se levantó el jueves pasado de manera repentina, como informó oportunamente este diario. La suspensión de la gala de ballet que tenía como marco la sala Astor Piazolla es ahora motivo de controversia, pues mientras que las autoridades del principal coliseo bonaerense atribuyeron la cancelación a “la retención de tareas de la sección Termomecánica”, lo que no habría permitido encender las calderas, los empleados del sector y los delegados gremiales Carlos Poblete (ATE) y Roberto Suriani (SOEME) desmintieron que fuera esa la causa por la cual no se ofreció la función. Por el contrario, afirmaron que no existió ninguna medida gremial y que la obra no salió a escena porque no se puede garantizar la seguridad del sistema calefacción.

Según aseguran los trabajadores del área de la polémica, tras dos años de espera (el sector habría advertido a las autoridades, en 2017, sobre la necesidad de reparar la caldera) se contrató una empresa con el fin de poner a punto las instalaciones vinculadas a la calefacción. No obstante, señalaron los empleados de Termomecánica, “la situación de las bombas sigue en estado crítico y empeorando, por lo cual es imposible para los foguistas de la sección garantizar el servicio en las funciones artísticas sin el apoyo de la empresa contratada que acompañe la seguridad de las instalaciones”.

Asimismo, desde la sección de Termomecánica se advirtió que “hasta tanto se den por finalizados los trabajos adicionales, los trabajadores y foguistas velarán por las instalaciones del teatro”.

Las autoridades del Teatro, al suspenderse las funciones coreográficas, dijeron que por la retención de tareas de la sección Termomecánica no se podía encender la calefacción.

Una obra larga duración

En 2016, y con la idea, según se indicó en ese momento, de “nivelar” el Teatro Argentino con el porteño Teatro Colón, el gobierno provincial anunció un plan de obras para la puesta en valor de la sala, y el proyecto iba a costar por entonces 490 millones de pesos. Según señalaron fuentes oficiales en esa ocasión, se previó la habilitación de todas las torretas (salidas de emergencia) y la puesta en marcha total del sistema de detección de incendios; la impermeabilización de cubiertas y terrazas; restauración de fachadas y plazas; el arreglo de la maquinaria de escenario de la sala Ginastera; cambio de alfombra de la sala y el foyer; y tapizado de butacas, entre otros trabajos.

A dos años de iniciada la obra resta todavía “bastante por hacer”, según voceros de algunos de los elencos estables del Argentino. De acuerdo a esos planteos, no estaría todavía concluida la totalidad de la impermeabilización de la cubierta, ya que, aseguran, “cuando llueve hay goteras y en distintos pasillos se desprenden placas del techo”.

Otras preocupaciones se relacionan con la falta de iluminación de los talleres escenográficos, como se dijo, los sistemas de calefacción en las distintas áreas y la reparación de los baños.

La instalación de las butacas fue una de las etapas más esperadas. El gobierno bonaerense aprobó el pliego de bases y condiciones para la contratación de la “Provisión e Instalación de Nuevas Butacas de La Sala Alberto Ginastera del Teatro Argentino La Plata”.

El justiprecio total estimado para los asientos de la sala fue de $ 39.151.006 pesos y se colocarán 1.460 unidades. Aclararon desde Infraestructura de la Provincia que “el presupuesto no incluye sólo las butacas sino también otras mejoras”.

Escenario de las más impactantes puestas de ópera y títulos de la lírica, de conmovedores ballets y de conciertos sinfónicos, con la actuación de los prestigiosos elencos estables (ballet, coro, orquesta sinfónica), una noche de 2017 bajó el telón rojo y pesado de la Ginastera y desde entonces los grupos artísticos apenas cumplieron algunas actuaciones, con muy pocas producciones, en ámbitos porteños o en los pequeños espacios que sí mantiene abierta el área cultural de la Provincia.

El objetivo era poder tener lista la sala Ginastera a mediados de este mes y reanudar la programación en noviembre de este año.

Por la prolongada demora en la conclusión de las tareas la semana pasada trabajadores del Argentino protestaron con un abrazo simbólico al emblemático edificio de la manzana de 51, 10, 53 y 9.

Sin respuesta

Para contextualizar la situación que atraviesa el Teatro Argentino desde hace, por lo menos, un par de años (la sala principal, la Alberto Ginastera, hace tiempo que se encuentra en remodelación y por esa razón no se programan, por caso, las tradicionales funciones líricas), EL DIA quiso saber cuál era el presupuesto provincial destinado al funcionamiento de ese espacio artístico. Las fuentes consultadas no respondieron esa inquietud ni tampoco sobre la cantidad de empleados con los que cuenta la sala lírica provincial.

 

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