El Gobierno ante una derrota que parece dejar a la oposición a solo un paso del retorno
Edición Impresa | 12 de Agosto de 2019 | 04:26

Al final, no fue la pretendida encuesta. Fue mucho más que eso. Hoy, la Argentina se despierta ante un nuevo escenario que, si debe ser medido por los resultados arrojados por las PASO, obliga a la apertura de un inmenso interrogante sobre lo que ocurrirá de aquí, al 10 de diciembre, fecha fijada para el recambio presidencial.
La apabullante diferencia con la que el Frente de Todos se impuso tanto a nivel nacional como provincial y distrital por sobre los candidatos de la alianza oficialista, da la impresión de ser irrecuperable. Son cifras que, de repetirse en octubre, marcarían un indiscutido triunfo en primera vuelta de la fórmula de Alberto Fernández - Cristina Fernández, que se haría extensivo a la fórmula Axel Kicillof-Verónica Magario, por sobre la de María Eugenia Vidal- Daniel Salvador.
Hubo que esperar, una vez más, hasta las 22,30 para comenzar a conocer los datos del escrutinio provisorio. Una escandalosa reiteración de los errores cometidos en elecciones pasadas (2017). De tal tamaño fue el dislate fue, incluso, el presidente Mauricio Macri salió a reconocer la derrota, -su derrota- aun antes de que se publicaran las primeras cifras oficiales.
Fue la de ayer, una vez más, la derrota escandalosa de todas las encuestas. No hubo ni una sola que se aventurara a pronosticar el abrumador triunfo opositor. Varias y de renombre, aseguraban hasta el mismo viernes, diferencias que nunca superaron los seis o siete puntos.
Tampoco sirve de nada detenerse a analizar la siempre conflictiva situación del corte de boletas que, se intuía, como una de las claves. Ayer el corte de boletas no fue noticia. La gran noticia fue el profundo cambio de color del mapa político argentino.
Hoy, esta mañana, hay cuestiones mucho más urgentes en las que detenerse.
La primera y fundamental es la del futuro inmediato; la de los mercados, por ejemplo.
No dio, anoche, el Presidente, precisiones acerca de sus próximos pasos. Más bien, pareció desorientado. Habló de los errores de las encuestadoras y de los inesperado del resultado, al menos para el seno de la coalición que é lidera.
Volvió sobre el camino que pretendió imponer Cambiemos desde que llegó a la primera magistratura, de la apertura de la Argentina a los mercados del mundo y de esa gran esperanza a futuro que es Vaca Muerta.
Los mercados, que hasta el viernes insistián en darle su apoyo -al menos a través de las encuestas- habrán tomado nota.
Le queda por delante al oficialismo un durísimo camino en el que para recuperarse, hará falta algo más que el discurso plagado de buenas intenciones y de referencias a la Patria y al valor de la Democracia que anoche ensayó Carrió.
A la diputada, al menos, habrá que reconocerle haber puesto la cara en ese escenario de la derrota compartido con el propio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Miguel Ángel Pichetto, y María Eugenia Vidal. Carrió no era candidata ni nada se jugaba ayer.
No habló la gobernadora Vidal, y habrá que esperar para ver como reacciona ante esta, la derrota más calamitosa en toda su carrera política.
Llegará, seguramente, el tiempo de la autocrítica y tal vez, solo tal vez, el de los reproches.
Los traspiés electorales, siempre tienen capitanes de la derrota. ¿Los tendrá Cambiemos? ¿Los expondrá Cambiemos?
Macri anoche habló de redoblar esfuerzos. De trabajar más duro pensando en una recuperación que suena casi utópica en el camino a octubre. La alianza Cambiemos lame desde anoche sus heridas. Habrá que ver cómo y cuando y con quien sanan.
Tal vez -sólo tal vez- se enfrente a la necesidad de replantearse aquella estrategia electoral que le impidió a Vidal desdoblar los comicios. Tal vez, sólo tal vez.
Alberto Fernández se prueba desde anoche un traje. El de la vestimenta que lo deja, a priori, en los umbrales de una posición política que difícilmente haya soñado años atrás cuando se fue dando portazos del kirchnerismo. Hoy, la historia y el voto popular lo ponen ante una instancia suprema. La de asumir desde esta misma mañana que, más allá de la grieta, hay una responsabilidad mayor: la que debe asumir ante quienes lo votaron y también ante quienes no lo hicieron.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE