Robaron una caja fuerte de 500 kilos de la Asociación de Martilleros platense

Se llevaron “sólo papeles”, dijeron las autoridades, convencidas de que fue un “hecho raro”. Entraron barreteando una puerta

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En el piso de mosaicos que va desde la sala de reuniones hasta el pasillo que da a la puerta principal, se ven dos marcas claras: son la prueba de que algo muy pesado fue arrastrado hacia la salida del inmueble. Y por si quedaba alguna duda, el carpintero reparando la abertura de madera se encargó de despejarlas.

De allí, un número indeterminado de desconocidos acarrearon una caja fuerte de unos 500 kilos, que mide un metro y medio de alto por 80 centímetros de profundidad. El trabajo de moverla desde el recinto donde se encontraba apostada hasta la calle no estuvo exento de dificultades. De hecho, los intrusos debieron descartar un carro zorra de carga al que se le rompió una rueda cuando intentaron mover el arcón.

Para Santiago López Akimenco, el presidente de la Asociación de Martilleros y Corredores Públicos de La Plata, ubicado en 54 entre 17 y 18, se trató de una incursión “extraña” y deslizó que “parece más un mensaje que un robo”. Es que, a pesar de revisar otras oficinas y abrir un armario en el que guardan “el cambio chico” que utilizan en la institución, “no se llevaron otra cosa”, aclaró.

Asimismo, indicó que dos años atrás fueron víctimas de un episodio delictivo similar, en el que les sustrajeron dos monitores “y nada más, ni los CPU, teclados o parlantes”.

A LOS GOLPES Y CON GUANTES

López Akimenco reveló que el golpe “debe haber ocurrido en algún momento del fin de semana”, ya que el lugar “funciona de lunes a viernes de 8 a 13, excepto que haya alguna actividad particular o alquilen el salón”. A causa de la jornada electoral, esto último quedó descartado.

Los delincuentes ingresaron barreteando la puerta de madera con “una palanca grande”, de acuerdo a lo que les dijo el carpintero que se encargó de las refacciones. Una vez dentro recorrieron las instalaciones hasta dar con lo que buscaban.

Entre las habitaciones de la casona que exploraron, dos llamaron la atención de los responsables del establecimiento. A ambas se llega después de cruzar, primero, el sector de la entrada. Luego vienen una amplia nave, un recoveco en curva y finalmente una escalera.

Esos cuartos son utilizados como depósitos de papeles, cajas y artículos de limpieza. “Es más, uno era un baño que debimos clausurar hace tiempo y lo teníamos cerrado con llave, la cual perdimos. Así que no se entraba ahí desde años atrás”, le aseveró López Akimenco a este medio. Violentaron ambas puertas para lograr ganar el acceso. Sin embargo, de allí no se robaron nada.

En tanto, los damnificados presumen que los ladrones permanecieron más tiempo en la sala administrativa, que está pegada a la habitación en la que se hallaba el arcón. “Encontramos cajones abiertos y el armario donde se guarda algo de dinero (que estaba cerrado con llave y no lo forzaron), pero la tesorera nos confirmó que no hubo faltantes”, declaró López Akimenco. Por otra parte, “tampoco tocaron las computadoras, un equipo de sonido o el proyector”, detalló.

Fuentes de la pesquisa informaron que “los delincuentes utilizaron guantes”.

MISTERIO

En la caja fuerte guardaban “el estatuto original y documentación de las propiedades que tiene la Asociación”, todos “papeles muy valiosos aunque recuperables”, manifestó.

Una de las secretarias de la Asociación señaló que forman parte del grupo de WhatsApp de los vecinos de la cuadra. En el intercambio de mensajes le aseguraron que el domingo a las cuatro de la mañana se vio “un auto blanco nuevo” que salía de la puerta de la institución.

No obstante, el titular de la institución expresó que, debido al peso que tiene la caja fuerte, tendría que haber “otro vehículo más, al menos una camioneta”. Y añadió: “Si la llegan a subir a un auto, es muy difícil que la pueda soportar sin tocar el asfalto”. En ese sentido, esperaban que algún frentista pudiera aportar la grabación de las cámaras de seguridad que hay en algunas viviendas de la zona, a fin de confirmar o desechar la hipótesis.

Por otro lado, sostuvo que quienes entraron “sabían dónde estaba cada cosa, porque hicieron un recorrido importante para llegar a cada lugar”.

“No parece un robo de los tradicionales que uno ve, la verdad es que nos llama mucho la atención lo que pasó”, le confió López Akimenco a EL DIA. Esa conjetura se basa en que “pareciera que conocían la casa por dentro, usaron llaves para abrir la taquilla y no se llevaron nada de valor”, enunció. Por esos motivos, creen que se trató “de un mensaje, como diciendo ‘de acá podemos entrar y sacar lo que queremos’”. Y finalizó: “No hay cosas grandes acá, más que convenios, algún documento o escritura. No se entiende bien a qué vinieron”, finalizó. En los últimos días hubo otros dos robos de cajas fuertes (ver aparte y página 21).

 

 

 

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