Espíritus digitales

Edición Impresa

Mientras los ejecutivos de Silicon Valley envían a sus hijos a escuelas Waldorf, nosotros estamos cada vez más conectados y dependientes de las redes. Perfilados como usuarios antes que ciudadanos, enviamos compulsiva y obsesivamente corazones y emojis para expresar nuestras “emociones” al tiempo que crece en la sociedad la falta de empatía y solidaridad.

Todo lo que el humanismo del Renacimiento definió como humano parece estar en crisis. En cambio, surge una nueva subjetividad posthumana que ya no logra conectarse con el placer o el dolor de los otros. La lectoescritura, el pensamiento crítico, la argumentación y la racionalidad ya no son la amalgama de las comunidades; y elegir libremente requiere mucho esfuerzo cuando hay algoritmos que nos conocen mejor que nosotros mismos. Pero para J. P. Zooey el posthumanismo ya no refiere solo al uso de la tecnología para modificar o asistir a los cuerpos, sino a una transformación en el plano de la subjetividad y la emocionalidad, iniciada por las tecnologías de la comunicación masiva y profundizada por internet y las redes sociales.

Zooey lleva los modelos humanista y posthumanista casi hasta el ridículo y la parodia para pensar la sociedad que estamos viviendo y construyendo, la política que nos gobierna y la que ideamos para el futuro.

Nacido en Buenos Aires en 1973, es profesor en la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA y en la Licenciatura en Ciencias Sociales y Humanidades de la UNQ. Ha publicado, entre otras, las siguientes ficciones: “Sol artificial” (2009, 2017); “Los electrocutados”, por el que obtuvo en España el premio Nuevo Talento que otorga FNAC (2011, 2016); y “Te quiero” (2014). “Corazones estallados. La política del posthumanismo” es su primer libro de ensayos.

 

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