Desaciertos dirigenciales que se están pagando caro

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En medio de la aguda crisis que azota a Gimnasia, la familia mens sana se debate en severos cuestionamientos a la CD que encabeza Gabriel Pellegrino, por una cadena de desaciertos que, entre otras cosas, hoy derivaron en esta dramática situación por la que está atravesando el primer equipo, que volvió a cerrar la fecha de la Superliga en el último lugar en la tabla de los promedios.

Desde aquel fallido experimento de Mariano Soso, que dejó un pésimo colchón de puntos y a la defensa más goleada del fútbol argentino, pasando por otro proceso errático con Facundo Sava -llegó con una idea que no era la ideal para el momento- y hasta la intempestiva salida de Pedro Troglio, quien si bien había sufrido una erosión en su proceso, fue despedido de manera espasmódica un domingo por la tarde cuando casi nadie se lo esperaba.

Tantos volantazos y cambios de rumbo, en lo táctico, lo estratégico y metodológico, no hicieron más que confundir a un plantel, de por sí flaco en jerarquía, que viró de un lado al otro sin llegar jamás a un norte deportivo.

¿Y EL PESO EN AFA?

Otro de los aspectos que preocupa a socios e hinchas es la falta peso dirigencial en las esferas de la AFA y la Superliga. Los arbitrajes siguen dando tela para cortar. Anoche fue dudoso el gol anulado a Comba en Santa Fe, así como la amarilla a Torsiglieri. Pero en la fecha pasada, contra San Lorenzo, los triperos se fueron irritados del Bosque con la labor de Fernando Espinoza, en otro arbitraje en que el Lobo se vio perjudicado.

 

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