“Tenía la esperanza de que el nene se salvara, pero no pudo ser y quedamos muy dolidos”

En el sector de Ringuelet donde un nenito de apenas 1 año murió arrollado el lunes al mediodía, frente al supermercado de sus padres, persistían ayer la conmoción y la angustia.

Mientras tanto, el hombre de 77 años que conducía el Renault Logan implicado en el accidente recuperó su libertad en las últimas horas, aunque sigue imputado en la causa caratulada “homicidio culposo”, informaron fuentes policiales y judiciales.

“Los médicos de Gonnet sacaron a Eric de un paro cardíaco y hasta lo estabilizaron. Pero hizo otro paro y falleció”

Julio Gnocchini, Comerciante

Como lo reflejó este diario en su edición de ayer, el dramático incidente sucedió en 511 entre 6 y 7, donde Eric Linn (1) salió del negocio de sus padres, de nacionalidad china, sin que ningún adulto lo advirtiera y, al parecer, se escondió o fue a jugar bajo las ruedas de un automóvil de color gris que estaba estacionado en esa cuadra. El conductor no se percató de esa situación al momento de subirse al coche y darle arranque, como se cree que tampoco advirtió que había arrollado al pequeño, ya que se fue de la escena dejándolo con gravísimas heridas.

El dueño de la fiambrería de 7 y 511 fue uno de los primeros en salir a la calle al escuchar los desgarradores gritos de la madre del nene, por lo que no dudó en cargarlos a los dos a su auto para llevarlos hasta el hospital San Roque, de Gonnet.

Sin embargo, la gravedad de las lesiones determinaron que el nene muriera poco después de ingresar en la guardia y a pesar de los denodados esfuerzos que hicieron los profesionales que lo asistieron para salvarle la vida.

“LO HABÍAN SACADO DE UN PARO”

“Estaba en mi local cuando de repente escuché unos ruidos y salí a la vereda para ver qué había pasado”, recordó ayer el dueño de la fiambrería, Julio Gnocchini (50), en una charla con este diario.

Reconoció que quedó “espantado con la imagen de la mamá de Eric dentro del supermercado con su hijito, que tenía la cara toda ensangrentada”.

No lo pensó dos veces: consciente de la gravedad de la situación, se ofreció a llevarlo de inmediato en su auto para evitar una demora de la ambulancia que ya había sido solicitada por el papá del menor.

“Un hombre que estaba en el supermercado me dio su consentimiento para que llevara a la criatura al hospital de Gonnet -amplió-; y con mi novia lo trasladamos junto a la madre del nene”. Reveló que en el trayecto su novia le hizo masajes cardíacos al chiquito, “como nos indicaron desde una ambulancia después de avisar al 911”.

Gnocchini citó además que “los médicos lo sacaron de un paro cardíaco y dijeron que estaba medicado. Iban a llevarlo al Hospital de Niños, pero hizo otro paro y falleció. Tenía la esperanza de que se salvara, pero no pudo ser y todos quedamos muy dolidos”. Con la filmación del supermercado y datos de testigos policías de la comisaría Sexta identificaron al conductor, lo demoraron y secuestraron el auto.