Hace casi una semana, un ataque parecido en la casa de familiares de Federico Storani

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El asalto que padeció la familia de City Bell tuvo en su secuencia muchos puntos de coincidencia con el que sufrieron, hace casi una semana, Luisina Storani y su pareja en Gonnet.

Como este diario informó en exclusiva, la hija del dirigente platense de la UCR Federico Storani fue asaltada por un grupo de al menos cinco personas encapuchadas que ingresaron el sábado en su propiedad, tras saltar un paredón.

Dos de los delincuentes estaban armados y le pegaron culatazos en la cabeza al marido de Luisina, el neurólogo Martín Cesarini. Y todo sucedió delante de sus hijos, mientras el resto de la banda revolvía las habitaciones en busca de dinero y objetos de valor.

“Volaron la puerta de entrada”, comentó la mujer en diálogo con una radio porteña, calculando que lo hicieron “de una patada”. “Yo me quedé cerca de mi hija de 4 años y mi marido de mi hijo de 8”, recordó Luisina, sin pasar por alto que los intrusos amenazaron con llevarse a la nena para evitar cualquier intento de resistencia de parte de las víctimas. Justamente, la banda que actuó en City Bell apeló al mismo recurso (ver nota principal).

Storani confirmó que durante todo el tiempo que estuvieron dentro de la casa los ladrones “usaron la violencia para amedrentarnos y para reducirnos psicológicamente porque estaban nuestros hijos de por medio”.

Su esposo aseguró a un canal de noticias haber recibido “piñas y patadas” y aclaró que a su mujer también la agredieron, siempre frente a los chicos.

El médico comparte con los investigadores la sospecha de que los delincuentes no actuaron al voleo, sino con el dato de que la familia tenía en su casa una suma de dinero destinada a un viaje al exterior que iba a realizar Cesarini para concurrir a un congreso. Eso fue lo que se llevaron. Según las víctimas, 15 mil pesos y 1.000 dólares. Con relación a la fuga, habrían huido en autos que los esperaban afuera. Cesarini fue llevado por sus familiares a un hospital, donde pasó la noche.

Quienes investigan el golpe en City Bell también presumen que la banda tenía datos certeros sobre los movimientos de dinero.

 

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