Lidia Fournier

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El fallecimiento, a los 74 años, de la profesora Lidia Lucila Fournier provocó un profundo pesar en la comunidad universitaria platense. Docente e investigadora de renombre, desarrolló una dilatada y fructífera carrera en la Universidad Nacional de La Plata.

Había nacido en la Ciudad de Buenos Aires el 4 de septiembre de 1945. Sus padres fueron Nelly Margarita Massaccesi y Alejo Mariano Fournier. Sus hermanos Alejo Alberto y Remo Reinaldo Fournier.

Cursó su nivel primario en la Escuela 78 Francisco Legarra de 13 y 42; el Secundario en el Colegio Inmaculada de calle 11 entre 45 y 46 y la carrera universitaria en La Plata. También cursó estudios terciarios en el Instituto Terrero de La Plata. Se graduó de Licenciada en Física y de Profesora de Matemáticas.

En la UNLP transitó por todos los niveles de la docencia, comenzando como Ayudante Alumno de Cátedra y hasta llegar a Profesor Titular. Fue docente e investigadora durante 45 años. Desarrolló sus actividades en las facultades de Ingeniería, Ciencias Exactas y Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, en las que aún perdura aún el recuerdo de quienes tuvieron el privilegio de ser sus alumnos. Se jubiló en 2011.

Desarrolló investigaciones en Física Molecular y Física de Suelos, Geometría convencional y Fractal, habiendo cumplido estadías de trabajo en Alemania, Italia, EEUU y Francia. Los resultados de sus trabajos fueron publicados en numerosos congresos y revistas especializadas, nacionales e internacionales, de alto nivel de impacto. Además, siempre sintió una gran pasión por la enseñanza.

Se casó con Roberto Raúl Filgueira en 1970. Tuvieron tres hijos, Alejandra, Marcelo y Pablo; y tres nietos, Augusto, Sofia y Victoria. Fue madre y esposa de temperamento alegre y amoroso, firme en la educación de los hijos en los valores cristianos, defensora inclaudicable de la familia como institución. Compartía largos momentos con sus padres naturales y políticos en toda ocasión posible.

La amistad y las relaciones sociales fueron una parte importante de su vida y se reunía habitualmente con amigas de la secundaria y de la universidad. Recordada como una persona de una energía inagotable y desbordante de alegría. Disfrutaba enormemente de los viajes, hablar otros idiomas, de la playa y el mar, y de la vida al aire libre.

 

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