Trucos para que el pan se mantenga fresco durante más tiempo

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El pan a veces se pone feo o duro bastante rápido, sobre todo si es de tipo casero. ¿De qué depende eso? En primer lugar, de la estación. Por lo general, en verano todos los productos tienen una vida más corta. Pero además hay trucos caseros que se pueden aplicar para prolongar su conservación.

Máxima higiene: mantener limpias las superficies de trabajo de la cocina, las tablitas de cortar y los recipientes. Esas superficies son sitios ideales para la proliferación de gérmenes que, para colmo de males, se multiplican más todavía cuando hay elevadas temperaturas y contaminan el pan.

Ni una miga: que no queden miguitas ni restos de pan en el recipiente. Limpiar el recipiente del pan al menos una vez por semana con agua y vinagre será una gran ayuda. Lo ideal es que el lugar de guardado del pan sea de cerámica o de arcilla, que permiten cierta regulación del aire y de la humedad y de ese modo evitan el surgimiento de hongos y que el pan se reseque demasiado rápido.

Por supuesto que si es un pan grande que ya ha sido cortado se debería conservarlo apoyándolo sobre la cara cortada.

No a la bolsa plástica: nunca se debe dejar el pan dentro de una bolsa de plástico, porque impide la circulación de aire y eso aumenta el riesgo de que se acumule agua o humedad y, por ende, surjan hongos. La humedad propia del pan también tiende a salir y a evaporarse. Si no puede evaporar a raíz del plástico, los gérmenes serán inevitables. Las bolsitas de papel que suelen entregarse con el pan tampoco son buenas, porque le quitan humedad y lo hacen secar más rápido.

 

 

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