Noches de poesía

Edición Impresa

En lo que será el ciclo Hiperpoesía del Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551), el 10 de octubre a las 20 se presentará Gabriel Rodríguez Molina en el Sótano Beat del complejo cultural junto a Pinky Simón (lectura performática) y Micaela Olazar (performer). El ciclo consta de tres noches de poesía donde distintos artistas y disciplinas confluyen en función poética. La palabra viva como protagonista y eje central de las nuevas estéticas. La hibridación de las voces poéticas en el choque con otros registros que están por fuera del papel como soportes habituales de lo textual.

“Un cielo que llaman muerte”, por otra parte -tercer libro del poeta platense Rodríguez Molina- será presentado en La Plata´el 13 de octubre a las 19 en la cervecería Hermanos & Brothers (39 esquina 115), y estarán acompañando al autor Rafael y Milagros Rodríguez Molina, dónde la lectura confluirá con la voz y la guitarra.

Joven escritor, poeta, cronista y dramaturgo, estudiante de medicina y filosofía, Gabriel ya tiene dos libros de su autoría publicados: “El despertar de los ojos glaucos” (2017), de Editorial Lisboa, y “Lágrimas de un pájaro” (2018), editado por Buenos Aires Poetry.

La muerte y el tiempo son dos ejes que han captado la atención de Gabriel, quien los cree “grandes dictadores de nuestra vida”. Sin dudas, estas temáticas abrazan su obra, ya que opina que “tanto una como la otra, dirigen nuestro habitar y nuestro tránsito por esta vida. El pensar en la muerte ya nos definiría un tiempo lineal, como estamos acostumbrados a pensarlo. Son grandes opresores del espíritu, de cómo uno ve al otro”. Escéptico de esta concepción occidental, comulga con el tiempo cíclico proveniente de las culturas orientales: “En un principio, la poesía intenta abolir esa suerte de tiempo y espacio, y se aferra a la muerte como una puerta, como una pregunta a si en realidad existe o no eso que tantos han llamado eternidad. Yo creo que todo buen poema o buena literatura es una gran pregunta. En este caso, se pregunta si el tiempo es así como nosotros lo percibimos, si en realidad hay un infinito detrás de la puerta”, aclara.

Poeta, cronista y dramatugo, Gabriel Rodríguez Molina ya tiene dos libros publicados

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