El acusado de violar y filmar a su hijastra guardó silencio y el barrio sigue en estado de shock
Edición Impresa | 29 de Septiembre de 2019 | 04:46

C.C.E, el hombre de 30 años que el viernes fue detenido después de atrincherarse casi 11 horas con su hijastro de 8 para que no lo llevaran detenido por la presunta violación de la hermanita del nene, de 10 años, fue indagado ayer por la fiscal María Eugenia Di Lorenzo.
Hizo uso de su derecho a no declarar y seguirá detenido por “abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por la convivencia y por ser el progenitor” de la niña (no era su padre biológico pero le había dado su apellido) y por la “privación ilegal de la libertad” del menor y “resistencia a la autoridad”, ya que se atrincheró en su casa de 63 y 162 bis, resistiendo el arresto.
En esa vivienda que el viernes a la tarde pretendían quemar los vecinos encontró ayer este diario a Elsi María Segovia (46), su dueña, que vive al lado y se la alquilaba desde hace unos 3 años al hombre acusado de violar a la hija de su ex pareja y grabarlo con su celular.
Preocupada por la situación, pero, en particular, por la posibilidad de que atenten contra su propiedad, Segovia reconoció que “ayer (por el viernes) vino un hombre del barrio a advertirme que tuviera cuidado, porque sabía que algunos querían prender fuego la casa” del horror y, de paso, saquear la suya, que es lindera.
De inmediato hizo la denuncia en la comisaría Tercera de Los Hornos, donde también reclamó que hubiera presencia policial durante toda la noche: “Un patrullero pasó dos veces por la cuadra para ver cómo estaba todo”, confirmó.
De cualquier modo, Segovia no pegó un ojo en toda la madrugada: “No dormimos -aclaró-; nos turnamos con mi pareja y mi hermano para controlar que no viniera nadie a cumplir las amenazas”.
“PARECÍA TODO NORMAL”
Con respecto a su inquilino, ahora preso, para Segovia (y el resto del barrio) “todo parecía normal, nunca había escuchado ningún comentario de lo que pasaba con la hijastra. A todos nos tomó por sorpresa”, comentó.
En una recorrida que EL DIA hizo ayer en el barrio, otros frentistas confirmaron los dichos de Elsi: “Lo que pasó con este tipo nos sorprendió a todos, por eso es muy injusto que alguien piense en quemarle la casa a esa señora, que no tiene la culpa del comportamiento de este sujeto”, resaltó Luis (34), otro vecino.
El, Segovia y otros frentistas que no quisieron identificarse coincidieron en asegurar que “nadie escuchó gritos de los chicos” en los tres años que llevaba viviendo en esa casa, cuya dueña no pasó por alto que “hasta era buen inquilino”.
Soldador de profesión, C.C.E trabajó hasta el jueves en una conocida fábrica de ladrillos de la zona.
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