Por el daño del tiro, al sodero asaltado debieron amputarle un antebrazo

Perdió irrigación a raíz de la afectación de una arteria a la altura del hombro y eso complicó su estado general, que sigue siendo reservado

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La violencia en un asalto callejero cuya investigación arrojó datos sorprendentes, puso al sodero Narciso González Padilla en un calvario sin límite: ayer debieron realizarle la amputación parcial del antebrazo.

Según se informó desde la dirección del Hospital Gutiérrez, “el brazo fue amputado a raíz de que la irrigación distal era nula”.

El repartidor de la empresa “Saint Michel” está internado desde el mediodía del lunes, cuando recibió un tiro en el tórax que le afectó la arteria subclavia, que está debajo de la clavícula. Perdió mucha sangre y debieron operarlo dos veces en esa primera jornada.

Ayer, dentro de un cuadro reservado, los médicos tomaron la medida extrema de la amputación “por encima de la articulación del codo izquierdo”.

El informe médico al que accedió este diario indica que el estado general de salud se mantiene con “pronóstico reservado y esperando evolución hora tras hora, actualmente estable dentro de la severidad del cuadro”.

El lunes, alrededor de las 13, el sodero se detuvo en 519 entre 3 y 3 bis para completar la rutina de bajar un bidón a una clienta. Esta vez, se encargó del trámite su acompañante. Mientras esperaba en la camioneta fue abordado por un ladrón, se resistió y recibió un disparo. Adentro de la casa oyeron el ruido de la explosión.

En el barrio alguien vio huir a un hombre en un auto. Según la Policía era un Renault Clío bordó. Se trata del mismo auto, con el mismo hombre de unos 30 años, vestido con la misma ropa, que fue tomado por una cámara de la Municipalidad de Ensenada, tras un robo reportado desde un kiosco situado en la intersección de Sidotti y Alberdi.

Las imágenes de esa comuna, que tomaban la patente, llegaron a la Plata y aquí obtuvieron datos del titular.

Es el mismo nombre que en un perfil de Facebook presenta un Renault Clío bordó como un objeto importante en su vida. Para la Policía, el caso está esclarecido.

Uno de los datos llamativos es que el presunto autor de ambos hechos redondeó un raid de asaltos: se sumó un atraco a una heladería en Villa Elvira donde también se ve un Clío bordó. El hecho es de los días previos al de Ringuelet.

Según informó una fuente vinculada con la investigación judicial a cargo del fiscal penal Hugo Tesón (UFI Nº 8), el hombre detenido el miércoles no tiene antecedentes penales.

Empleado en un comercio

Tampoco viviría sometido a necesidades materiales básicas, ya que trabaja en una distribuidora de bebidas situada en 120 y 33, Barrio Hipódromo.

“Evidentemente, salía de caño después del trabajo”, indicó un pesquisa, sin más pistas sobre el perfil del presunto ladrón, a quien le pusieron las esposas en momentos en que se subía al Renault bordó. Había cruzado la calle desde su trabajo. Estaba vestido con la misma ropa (de trabajo) que lo vieron cerca del kiosco y en Ringuelet.

La fuente judicial indicó que aún no declaró ante el fiscal Tesón. Le pidió tiempo hasta designar a un abogado defensor.

 

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