Dolor entre los vecinos, que reclaman por justicia
Edición Impresa | 2 de Enero de 2020 | 03:05

Promediaba la tarde cuando en dos grupos de vecinos diseminados por la cuadra del crimen, 37 entre 120 y 121, brotó la reacción: comenzaron a entonar a gritos durante algunos minutos la consigna “justicia, justicia”. Mientras, batían las palmas de las manos para realzar el reclamo consistente en que los responsables del brutal crimen del jubilado Jorge Pecchiari (77) paguen penalmente por lo que hicieron.
Fue una muestra, contundente, de la indignación y dolor que los embarga por el triste final de un vecino del cual todos tuvieron conceptos elogiosos.
Uno de esos vecinos, Guillermo Castillo (72), le contó a EL DIA que la víctima “era un hombre excepcional” y con quien mantenía “charlas en las que demostraba ser muy tranquilo y estaba siempre informado sobre diversos temas, opinando habitualmente de manera sensata”.
Sobre los temas que abordaban juntos, precisó que “la inseguridad era una de sus preocupaciones, como también lo es para el resto de los vecinos, que vivimos constantemente con desconfianza y miedo a sufrir un robo”.
Recordó luego que Pecchiari “me hizo en distintas ocasiones trabajos por el aire acondicionado de mi auto. Trabajaba muy bien, porque era un estudioso de lo que hacía. Era una garantía de que te iba a dar una solución al problema que le llevabas”.
“ERA MUY SERVICIAL”
Por su parte, Ana María (76), también en la vereda de enfrente de la casa de la víctima, acompañada por algunos familiares y vecinos, recordó conmovida que “ayer (Pecchiari) se cruzó para venir a saludarme por el Año Nuevo, porque sabe que soy viuda. Y mire lo que son las cosas, porque justo me dijo que tenía miedo a que, como la mujer suele abrir puertas y ventanas por el calor, un día entraran a robar y le dieran un palazo en la cabeza”.
Pero el día tan temido, finalmente, se dio de manera distinta: con la puerta de calle cerrada con llave y abierta por la propia víctima, al escuchar que habían tocado el timbre.
Ana María describió a su vecino asesinado como “muy servicial” y remarcó que “él y su esposa son gente buenísima, muy trabajadores. No merecían esto”.
“Incluso -continuó- preparaban cartones y otras cosas que les daban a los que se dedican al cirujeo, entre ellos los pibes que lo mataron, pese a que este vecino los ayudaba de esa forma a que pudieran comer”.
Seguidamente, la mujer consideró que este homicidio “nos marcará a todos”. Recordó que “hace cuatro años, para el Día del Padre, me asaltaron motochorros”, contó y reflexionó: “el barrio cambió mucho”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE