El Lobo encontró regularidad y se anima a soñar
Edición Impresa | 21 de Enero de 2020 | 04:37

Por FERNANDO ALEGRE
Gimnasia atraviesa su mejor momento en la Liga Argentina de Básquet. El equipo dirigido por Mauro Tartaglia viene de ganarle a Del Progreso el pasado domingo en Poli, consiguiendo así su tercer triunfo al hilo y, casi sin darse de cuenta, se metió de lleno en la pelea de la dura Conferencia Sur, que lo tiene a Estudiantes de Olavarría como el líder. Actualmente, el Tripero tiene el mejor récord de la Fase Nacional (6-2), a la espera del juego que ayer por la noche disputaban el Bataraz (5-2) y Viedma, y de lo que pueda hacer Racing de Chivilcoy, que aún no cayó y está 5-0.
LAS RAZONES DEL PRESENTE
Gimnasia no había comenzado bien la 2019/2020. Con muchos nombres nuevos y Nicolás Gianella como abanderado, los primeros partidos, en los que el Lobo no encontró el funcionamiento, parecían representar el inicio de otra temporada lejos de las grandes luces y de cualquier pelea importante.
La lesión en la pretemporada de Bolling y la poca productividad de Jermaine Sanders, luego cortado, aparecían como síntomas preocupantes dentro de un inicio irregular, que también contó con las bajas significativas de Ezequiel Dentis y el propio Gianella.
Ante esta panorama, Pablo Alderete y Joaquín Ríos tuvieron que hacerse cargo del equipo sin saber, quizás, que aquellos minutos terminarían por confirmarlos como los dos grandes aciertos del mercado de pases.
Hoy por hoy, el Lobo aparece como un conjunto mucho más parejo y ordenado, que ha mejorado significativamente en defensa, una de las razones del buen momento, y que tiene roles definidos para cada uno de sus integrantes.
“ES EL MEJOR MOMENTO”
Al respecto, Mauro Tartaglia compartió su opinión tras esta buena racha del Lobo, que ha ganado ocho de sus últimos 11 y que en la jornada de mañana estará iniciando una gira fuera de casa.
“Es el mejor momento del equipo en la temporada, por muchas cosas. Estamos completos y eso hace que seamos más largos. Así podemos mantener la jerarquía para seguir funcionando por más tiempo”, destacó Tartaglia. “Tuvimos un quiebre después del partido de local contra Ciclista, donde hicimos algunos cambios tanto dentro como fuera de la cancha. Cada uno empezó a entender y cumplir más su rol. Nos empezamos a conocer más y eso hizo que el equipo empezara a funcionar mejor; y por consecuencia, a ganar y tomar más confianza”, explicó.
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