“Parásitos”: las dos caras de Seúl, en una despiadada crítica al capitalismo

La película del surcoreano Bong Joon-Ho, que sacudió el domingo los SAG, semanas después de haber triunfado en los Globos de Oro, y convertida en la gran favorita de cara a los Oscar, se estrena el jueves en las salas locales

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Para los que se preguntan, desde hace meses, cómo será “Parásitos”, la película de la que tanto se viene hablando a raíz de su excelente paso por festivales y premiaciones, esta semana podrán saberlo en primera persona porque el filme del surcoreano Bong Joon-Ho llega este jueves a las salas locales.

Esta comedia negra que reflexiona sobre la desigualdad y los efectos nocivos del capitalismo ha pasado como un ciclón por las pantallas de todo el mundo y cuenta con seis nominaciones para los Oscar, incluidas las candidaturas a mejor película y mejor dirección.

“Parásitos” trata de una familia pobre a medida que se infiltra en el hogar de una familia rica

 

El domingo, el filme del surcoreano Bong Joon-Ho, dio la campanada en los premios del Sindicato de Actores de Hollywood (SAG, en inglés) al ganar en la categoría reina de mejor elenco de una película.

“Parásitos” se impuso por el premio más codiciado de la noche a nominadas de la talla de “Bombshell”, “The Irishman”, “Jojo Rabbit” y “Once Upon a Time...in Hollywood”.

“Muchas gracias. Es un gran honor. Pese al título, esta historia es sobre coexistir y sobre cómo podemos vivir todos juntos”, aseguró sobre el escenario el actor Song Kang-ho.

“Estoy un poco avergonzado de sentir que somos los ‘parásitos’ de Hollywood ahora”, bromeó el actor Lee Sun-Kyun.

“Parásitos”se convirtió así en la primera película en un idioma diferente al inglés en anotarse el máximo premio de los SAG.

CRÍTICA MORDAZ

Bong Joon-Ho, en su cinta, carga con dureza contra el capitalismo que domina el mundo actual y saca a relucir los instintos más bajos del ser humano.

Una historia que comienza como una divertida comedia negra que poco a poco va girando hacia una mezcla de géneros que componen una certera crítica de la sociedad actual, algo que el realizador siempre busca en sus películas.

“Creo que sería un poco extraño si en mis filmes no hubiera mensajes políticos o sociales”, afirmó el director, durante su paso glorioso por Cannes: se llevó la Palma de Oro, es decir, el galardón principal.

“Parásitos” cuenta la historia de una familia que vive en un sótano de Seúl, en condiciones muy precarias desde que los padres perdieron su trabajo y con los hijos que tratan de buscar empleos con los que ganar algo de dinero mientras sueñan con ir a la universidad.

Una familia de supervivientes, acostumbrados a hacer todo tipo de changas, que se encuentran de repente trabajando, bajo nombres falsos, al servicio de un rico empresario en una lujosa casa que se convierte en un elemento importante de la historia.

“El 80 por ciento de la historia se desarrolla en la casa, en los diferentes espacios verticales que se relacionan a través de las escaleras”, un elemento arquitectónico y muy cinematográfico, resaltó el realizador de títulos como “The Host” u “Okja”.

Bong recordó que Kim Ki-Duk tiene muchas secuencias rodadas en escaleras y, en general, en el cine, hay muchas escenas emblemáticas que se desarrollan en escaleras porque tienen “una atmósfera muy específica”.

En “Parásitos” juegan como una especie de frontera entre los dos mundos. El de arriba de los ricos, el de abajo de los pobres.

En este caso además hay escaleras dentro de las escaleras y pobres dentro de los pobres, porque la comedia con la que comienza la película se transforma en un terrorífico espejo en el que se refleja lo peor de los seres humanos: sea cual sea su clase.

“Yo quería respetar las convenciones y los códigos, pero al mismo tiempo tenía ganas de destruirlo todo. Son dos sentimientos contradictorios que habitan en mí”, señaló Bong, quien indicó que son esos diferentes puntos de vista los que hicieron evolucionar la historia.

En el filme, las escaleras juegan como una especie de frontera entre los dos mundos

 

“Soy simplemente un director coreano”, un realizador que sigue su instinto por encima de cualquier convención. “Un cura tiene una biblia al lado, un abogado el código penal. Nosotros, los directores, no tenemos biblia, tenemos nuestro instinto”, manifestó.

Y con esa confianza en su instinto empieza a elaborar cada guión, sin pensar a priori si lo que va a escribir es comedia o drama. Como tampoco calcula al milímetro el tono de cada escena.

“Me centro en el instante que estoy viviendo” y luego sale comedia o drama.

“El espectador tiene tendencia a ver filmes de género, pero yo, como realizador, no soy consciente”, concluyó.

 

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